10 jun 2011

Fin

Si todo va según lo previsto, estaré subiendo esta última entrada desde el aeropuerto de Düsseldorf, mientras espero, junto con mi hermana, Luismi e Irene para embarcar. O más o menos, vaya. En realidad, no he decidido todavía exactamente cuándo la publicaré. Pero el caso, es que subiré esta entrada cerrando el blog y cerrando la etapa Auxiliar de Conversación en Alemania.
[EDITADO] No, no fue como lo previsto. No podía enviar la entrada entera desde el móvil, la cobertura de internet en el aeropuerto no funcionaba muy bien... 

Estos dos últimos días han sido relativamente tranquilos. El jueves por la mañana nos levantamos pronto, porque quería bajar a hablar con el Hausmeister para que revisara mi habitación. No tardó mucho, y cuando se fue me acerqué una última vez a Holzwickede, para cerrar mi cuenta en el banco... gestión que duró unos pocos minutos, por lo que no estuve más de media hora en Holzwickede. Después, me volví a la residencia, para comer con mi hermana. Un rato después, subieron Nidia y Miriam, para llevarse varias de las cosas que yo no me iba a llevar a España. Ceci y yo bajamos con ellas, para echarles una mano, y nos quedamos después tomando un café en casa de Nidia. Y luego, tras dar una vuelta breve por el H&M, nos fuimos al Bermuda, donde habíamos quedado para tomar algo con Miriam y Luismi. Y como la cerveza nos abrió el apetito, pasamos de un bar a otro para cenar. 
Hoy, viernes, nos hemos despertado a una hora prudente, y hemos terminado de recoger las cosillas que quedaban pendientes. Una vez cerradas las maletas, nos hemos acercado al Uni-Center, para "abmeldearme", o algo así como desinscribirme como ciudadana extranjera residente en Alemania. Como nos hemos liado un poco entre cerrar maletas y recoger, no hemos desayunado... pero, para remediarlo, a las 12.30 nos hemos ido a la Mensa de la universidad para comer. Se nos ha ido un poco de las manos esto del horario europeo. Después de un café, ya nos hemos vuelto a casa. 
En casa, terminamos de recoger las dos cosillas que teníamos por ahí, y ya, por fin, cerramos la habitación y bajamos a la oficina de la residencia, para que me devolvieran la fianza. Y menos mal que bajamos con algo de tiempo, porque nos tocó esperar un poco. Y abrir la maleta en la oficina porque habían perdido un papel. Pero bueno, me dieron el dinero, lo guardé, y nos fuimos a la estación. Y, ¿adivináis? TODOS LOS TRENES CON RETRASO. No podía irme de Alemania de otra forma... después de la boda gitana, el traslado gitano en un tren que llega tarde. Que bueno, la parte positiva es que no tuvimos que hacer cola para facturar las maletas. Y total, también para no variar, el vuelo iba con retraso. Pero bueno, facturamos, pasamos el control y nos fuimos directas al Starbucks a tomarnos un café. Allí nos encontramos con Luismi, y después, con Irene en la puerta de embarque. Y volvimos a Madrid.

Como he dicho antes, esta va a ser la última entrada de este blog. Imagino que recuperaré poco a poco el otro, pero mi intención con las Manzanas no era más que hablar de este año... Así que una vez aterrice en España, poco sentido tendría seguir actualizando este. Pero, antes de cerrar, quiero dar las gracias a todas las personas que han contribuido de una forma u otra con este blog. Que son los Auxiliares de español en Alemania, desde las chicas de Bochum (Carlota, Irene, Mariana, Miriam, Nidia, Sandra, Tatiana), el resto de Auxiliares de español (Laura, Elena, Almudena, Arturo, Manu, Jose, Deborah, Dani, Anna, Irene... y muchísimas otros nombres -siento no poder ponerlos todos!!!!). Los Auxiliares de inglés que conocí en Dortmund (Chris, Katherine, Amanda...), los Erasmus que he conocido casualmente, tanto de este año como del anterior (Sergio, Jesús...) , la comunidad de españoles que conocí cuando hicimos la manifestación en Düsseldorf (como Irene, Isa, Maggie, Mario, Héctor, Luis, Irene... y un largo etcétera), a la gente que he conocido de forma aleatoria (como Dennis, Manolo, Luismi, Chris, Ellie, Ghassan...), gente que ya conocía y que he vuelto a ver (Marta, Georg, Feli, Paula, Jan, Adelina, Rafa...)... A la gente que ha venido a verme (Isy, Ceci, Laura, Cifre), a la gente que ha querido venir y no ha podido, la gente que ha leído este blog, la gente de Amberes, a los que he visto a menudo (Jun, Niels, Karin, Fenny, Marteen...). Y, por supuesto, a la gente del Clara-Schumann-Gymnasium. Desde las profesoras de español, Astrid y Barbara... e incluso la señora Kolpatzik, y a Katharina y Janine, con las que no he podido dar clase este curso, hasta los alumnos... Lennart, Viola, Karin, Annika, Felix, Sonja, Jan, Ronja, Robben, Pia, Lavinia, Janine, Sebastian, Philipp, Tobias, Anna, Foo, Alex... Y bueno, tantísimos otros chicos a los que he conocido este año en las clases de español, y con los que he pasado muy buenos ratos. 
A todos vosotros, los que estáis aquí y los que no, gracias por un gran año. 

Nos leemos.

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I. Fueyo

8 jun 2011

Últimos coletazos.

Y como si de una boda gitana se tratara, las despedidas continuaron durante varios días. ¡Qué siga la fiesta! ¡Que no escasee la comida! Sobre todo, esta última parte...
El lunes, 30 de mayo, era el día de Canarias... así que fue una bonita excusa para volver a juntarnos y cenar cosas típicas de allí. Papas con mojo, mousse de gofio... La verdad, estaba todo muy rico. Y, para no variar, un día más que nos pusimos como el kiko.
El martes, como ya dije, era mi despedida oficial en el colegio, en la primera pausa. Decidí coger el tren anterior, para estar allí a la hora que empezaba la pausa. Y, si lo llego a saber, habría cogido el tren de siempre, ya que el tren se retrasó veinte minutos. Para no perder costumbre, vamos. Llegué a la estación de Holzwickede y corriendo al cole. Corriendo, con bochorno y llovizneando, así que llegué monísima a la sala de profesores. Cuando llegué, el director y Barbara dijeron unas palabras, y me dieron un par de regalos. Y yo, que había traído bombones, los dejé en la cocina. En poco más de 45 minutos ya no quedaban, así que les debió gustar. Y después, me volví a casa, ya que no tenía clase ese día (tendría dos, pero en las dos estaban haciendo examen). Por la tarde, quedamos en la estación todas, junto con Irene, la auxiliar de Essen, para cenar. Y después, ya que se nos había olvidado el lunes, nos fuimos a casa de Nidia a tomarnos una copa de cava.
El miércoles fuimos por la mañana a la universidad, para desmatricularnos y para comer en la Mensa. Y después, Carlota y yo nos fuimos a casa de Sandra para echarle una mano con la recogida. Por la noche, una vez más, nos fuimos a cenar. Esta vez, al Blondies, a la cafetería donde trabaja Nidia. Y la verdad, es que la comida estaba riquísima.
El jueves estuve entretenida rehaciendo la bolsa que iba a enviar. Y poco más.
El viernes, por la tarde, vinieron a recoger la bolsa. Y después, quedé con Maite, la chica que había estado en el Clara-Schumann antes que yo. Estuvimos tomando una cerveza en el jardín de un bar, y después me volví a casa a cenar.
El sábado por la tarde me fui a buscar a Ceci al aeropuerto. Y, cómo no, casi no llego a tiempo. ¿Adivináis? El tren iba con retraso. Pero el avión aterrizó también un poco más tarde de lo previsto, así que tampoco fue grave. Una vez en casa, después de cenar, hicimos la maleta para Bélgica, y después de ver un capítulo de True Blood (a ver si también la engancho a ella), nos dormimos.
El domingo por la mañana cogimos el autobús a Amberes. Poco después de la 1 llegamos, y ahí estaba esperándonos Juncal. Una vez llegamos a casa, comimos y nos fuimos a dar un paseo por Amberes. Disfrutando del bello bochorno. Después del paseo, nos tomamos unas cervezas con algunos de sus amigos, y nos fuimos a casa pronto.
El lunes, Ceci y yo nos fuimos a Brujas. Bueno, fuimos a la estación, perdimos el tren, dimos un paseo y nos fuimos a Brujas. La verdad es que fue una lástima que el tiempo no acompañara. Pero bueno. Estuvimos dando un paseo por el centro, y cuando ya teníamos todo visto, y después de tomarnos un café, volvimos a Amberes. Bueno, volvimos a la estación, perdimos el tren, dimos un paseo y volvimos a Amberes. Nos recogieron Jun y Niels en la estación, y nos fuimos a su casa a cenar. Un ratito antes, además, vino un amigo de Jun y Niels a casa. Y después, nos pasamos un ratito por el Salamander.
El martes, mientras Jun se fue a trabajar, Niels se llevó al pobre gato al veterinario. Gato que volvió poco después drogado y castrado. Después de desayunar y ducharnos, nos fuimos a dar otra vuelta por el centro de Amberes. Y después, poco más. Volvimos a casa, metimos todo en la maleta, y a esperar al autobús. El viaje de vuelta fue, cuanto menos, gracioso. El autobús llegó unos tres cuartos de hora tarde. Y nos costó otro buen rato salir de la ciudad, por las obras. Y cada vez que cerraba los ojos, a una señora que se sentaba en la fila de delante, le sonaba el teléfono. Poco discretos el tono y el volumen. Y, mientras, el conductor del bus, que había puesto el GPS, discutía con el aparatito. La mujer del móvil siguió dando el coñazo un rato más, hasta que se bajó en Eindhoven. Y de ahí, a Alemania. Sin parar en Duisburg, ya que el conductor nos preguntó a gritos que si alguien se bajaba ahí. No, nadie. Así que nos fuimos directamente a Essen. Bien. Y después de eso, a Bochum. Carreteras en obras y GPS que no hace más que decir que demos la vuelta. Creo que nos perdimos como diez veces. Eso sí, era entrañable ver al conductor pelearse con el GPS. Y el GPS empeñarse en que diéramos la vuelta. Pero lo conseguimos, que es lo importante. Y llegamos a casa.
Y hoy, poquito. Hemos empezado con las maletas, para irnos quitando cosas de en medio. Y dentro de un rato, iremos a cenar con las profesoras de español del colegio. O algunas de ellas, vamos.
Mañana haré las gestiones que me quedan para salir tranquilamente del país, repartiré mis bienes materiales y terminaré de recoger. Alemania se acaba.
Besitos!