10 jun 2011

Fin

Si todo va según lo previsto, estaré subiendo esta última entrada desde el aeropuerto de Düsseldorf, mientras espero, junto con mi hermana, Luismi e Irene para embarcar. O más o menos, vaya. En realidad, no he decidido todavía exactamente cuándo la publicaré. Pero el caso, es que subiré esta entrada cerrando el blog y cerrando la etapa Auxiliar de Conversación en Alemania.
[EDITADO] No, no fue como lo previsto. No podía enviar la entrada entera desde el móvil, la cobertura de internet en el aeropuerto no funcionaba muy bien... 

Estos dos últimos días han sido relativamente tranquilos. El jueves por la mañana nos levantamos pronto, porque quería bajar a hablar con el Hausmeister para que revisara mi habitación. No tardó mucho, y cuando se fue me acerqué una última vez a Holzwickede, para cerrar mi cuenta en el banco... gestión que duró unos pocos minutos, por lo que no estuve más de media hora en Holzwickede. Después, me volví a la residencia, para comer con mi hermana. Un rato después, subieron Nidia y Miriam, para llevarse varias de las cosas que yo no me iba a llevar a España. Ceci y yo bajamos con ellas, para echarles una mano, y nos quedamos después tomando un café en casa de Nidia. Y luego, tras dar una vuelta breve por el H&M, nos fuimos al Bermuda, donde habíamos quedado para tomar algo con Miriam y Luismi. Y como la cerveza nos abrió el apetito, pasamos de un bar a otro para cenar. 
Hoy, viernes, nos hemos despertado a una hora prudente, y hemos terminado de recoger las cosillas que quedaban pendientes. Una vez cerradas las maletas, nos hemos acercado al Uni-Center, para "abmeldearme", o algo así como desinscribirme como ciudadana extranjera residente en Alemania. Como nos hemos liado un poco entre cerrar maletas y recoger, no hemos desayunado... pero, para remediarlo, a las 12.30 nos hemos ido a la Mensa de la universidad para comer. Se nos ha ido un poco de las manos esto del horario europeo. Después de un café, ya nos hemos vuelto a casa. 
En casa, terminamos de recoger las dos cosillas que teníamos por ahí, y ya, por fin, cerramos la habitación y bajamos a la oficina de la residencia, para que me devolvieran la fianza. Y menos mal que bajamos con algo de tiempo, porque nos tocó esperar un poco. Y abrir la maleta en la oficina porque habían perdido un papel. Pero bueno, me dieron el dinero, lo guardé, y nos fuimos a la estación. Y, ¿adivináis? TODOS LOS TRENES CON RETRASO. No podía irme de Alemania de otra forma... después de la boda gitana, el traslado gitano en un tren que llega tarde. Que bueno, la parte positiva es que no tuvimos que hacer cola para facturar las maletas. Y total, también para no variar, el vuelo iba con retraso. Pero bueno, facturamos, pasamos el control y nos fuimos directas al Starbucks a tomarnos un café. Allí nos encontramos con Luismi, y después, con Irene en la puerta de embarque. Y volvimos a Madrid.

Como he dicho antes, esta va a ser la última entrada de este blog. Imagino que recuperaré poco a poco el otro, pero mi intención con las Manzanas no era más que hablar de este año... Así que una vez aterrice en España, poco sentido tendría seguir actualizando este. Pero, antes de cerrar, quiero dar las gracias a todas las personas que han contribuido de una forma u otra con este blog. Que son los Auxiliares de español en Alemania, desde las chicas de Bochum (Carlota, Irene, Mariana, Miriam, Nidia, Sandra, Tatiana), el resto de Auxiliares de español (Laura, Elena, Almudena, Arturo, Manu, Jose, Deborah, Dani, Anna, Irene... y muchísimas otros nombres -siento no poder ponerlos todos!!!!). Los Auxiliares de inglés que conocí en Dortmund (Chris, Katherine, Amanda...), los Erasmus que he conocido casualmente, tanto de este año como del anterior (Sergio, Jesús...) , la comunidad de españoles que conocí cuando hicimos la manifestación en Düsseldorf (como Irene, Isa, Maggie, Mario, Héctor, Luis, Irene... y un largo etcétera), a la gente que he conocido de forma aleatoria (como Dennis, Manolo, Luismi, Chris, Ellie, Ghassan...), gente que ya conocía y que he vuelto a ver (Marta, Georg, Feli, Paula, Jan, Adelina, Rafa...)... A la gente que ha venido a verme (Isy, Ceci, Laura, Cifre), a la gente que ha querido venir y no ha podido, la gente que ha leído este blog, la gente de Amberes, a los que he visto a menudo (Jun, Niels, Karin, Fenny, Marteen...). Y, por supuesto, a la gente del Clara-Schumann-Gymnasium. Desde las profesoras de español, Astrid y Barbara... e incluso la señora Kolpatzik, y a Katharina y Janine, con las que no he podido dar clase este curso, hasta los alumnos... Lennart, Viola, Karin, Annika, Felix, Sonja, Jan, Ronja, Robben, Pia, Lavinia, Janine, Sebastian, Philipp, Tobias, Anna, Foo, Alex... Y bueno, tantísimos otros chicos a los que he conocido este año en las clases de español, y con los que he pasado muy buenos ratos. 
A todos vosotros, los que estáis aquí y los que no, gracias por un gran año. 

Nos leemos.

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I. Fueyo

8 jun 2011

Últimos coletazos.

Y como si de una boda gitana se tratara, las despedidas continuaron durante varios días. ¡Qué siga la fiesta! ¡Que no escasee la comida! Sobre todo, esta última parte...
El lunes, 30 de mayo, era el día de Canarias... así que fue una bonita excusa para volver a juntarnos y cenar cosas típicas de allí. Papas con mojo, mousse de gofio... La verdad, estaba todo muy rico. Y, para no variar, un día más que nos pusimos como el kiko.
El martes, como ya dije, era mi despedida oficial en el colegio, en la primera pausa. Decidí coger el tren anterior, para estar allí a la hora que empezaba la pausa. Y, si lo llego a saber, habría cogido el tren de siempre, ya que el tren se retrasó veinte minutos. Para no perder costumbre, vamos. Llegué a la estación de Holzwickede y corriendo al cole. Corriendo, con bochorno y llovizneando, así que llegué monísima a la sala de profesores. Cuando llegué, el director y Barbara dijeron unas palabras, y me dieron un par de regalos. Y yo, que había traído bombones, los dejé en la cocina. En poco más de 45 minutos ya no quedaban, así que les debió gustar. Y después, me volví a casa, ya que no tenía clase ese día (tendría dos, pero en las dos estaban haciendo examen). Por la tarde, quedamos en la estación todas, junto con Irene, la auxiliar de Essen, para cenar. Y después, ya que se nos había olvidado el lunes, nos fuimos a casa de Nidia a tomarnos una copa de cava.
El miércoles fuimos por la mañana a la universidad, para desmatricularnos y para comer en la Mensa. Y después, Carlota y yo nos fuimos a casa de Sandra para echarle una mano con la recogida. Por la noche, una vez más, nos fuimos a cenar. Esta vez, al Blondies, a la cafetería donde trabaja Nidia. Y la verdad, es que la comida estaba riquísima.
El jueves estuve entretenida rehaciendo la bolsa que iba a enviar. Y poco más.
El viernes, por la tarde, vinieron a recoger la bolsa. Y después, quedé con Maite, la chica que había estado en el Clara-Schumann antes que yo. Estuvimos tomando una cerveza en el jardín de un bar, y después me volví a casa a cenar.
El sábado por la tarde me fui a buscar a Ceci al aeropuerto. Y, cómo no, casi no llego a tiempo. ¿Adivináis? El tren iba con retraso. Pero el avión aterrizó también un poco más tarde de lo previsto, así que tampoco fue grave. Una vez en casa, después de cenar, hicimos la maleta para Bélgica, y después de ver un capítulo de True Blood (a ver si también la engancho a ella), nos dormimos.
El domingo por la mañana cogimos el autobús a Amberes. Poco después de la 1 llegamos, y ahí estaba esperándonos Juncal. Una vez llegamos a casa, comimos y nos fuimos a dar un paseo por Amberes. Disfrutando del bello bochorno. Después del paseo, nos tomamos unas cervezas con algunos de sus amigos, y nos fuimos a casa pronto.
El lunes, Ceci y yo nos fuimos a Brujas. Bueno, fuimos a la estación, perdimos el tren, dimos un paseo y nos fuimos a Brujas. La verdad es que fue una lástima que el tiempo no acompañara. Pero bueno. Estuvimos dando un paseo por el centro, y cuando ya teníamos todo visto, y después de tomarnos un café, volvimos a Amberes. Bueno, volvimos a la estación, perdimos el tren, dimos un paseo y volvimos a Amberes. Nos recogieron Jun y Niels en la estación, y nos fuimos a su casa a cenar. Un ratito antes, además, vino un amigo de Jun y Niels a casa. Y después, nos pasamos un ratito por el Salamander.
El martes, mientras Jun se fue a trabajar, Niels se llevó al pobre gato al veterinario. Gato que volvió poco después drogado y castrado. Después de desayunar y ducharnos, nos fuimos a dar otra vuelta por el centro de Amberes. Y después, poco más. Volvimos a casa, metimos todo en la maleta, y a esperar al autobús. El viaje de vuelta fue, cuanto menos, gracioso. El autobús llegó unos tres cuartos de hora tarde. Y nos costó otro buen rato salir de la ciudad, por las obras. Y cada vez que cerraba los ojos, a una señora que se sentaba en la fila de delante, le sonaba el teléfono. Poco discretos el tono y el volumen. Y, mientras, el conductor del bus, que había puesto el GPS, discutía con el aparatito. La mujer del móvil siguió dando el coñazo un rato más, hasta que se bajó en Eindhoven. Y de ahí, a Alemania. Sin parar en Duisburg, ya que el conductor nos preguntó a gritos que si alguien se bajaba ahí. No, nadie. Así que nos fuimos directamente a Essen. Bien. Y después de eso, a Bochum. Carreteras en obras y GPS que no hace más que decir que demos la vuelta. Creo que nos perdimos como diez veces. Eso sí, era entrañable ver al conductor pelearse con el GPS. Y el GPS empeñarse en que diéramos la vuelta. Pero lo conseguimos, que es lo importante. Y llegamos a casa.
Y hoy, poquito. Hemos empezado con las maletas, para irnos quitando cosas de en medio. Y dentro de un rato, iremos a cenar con las profesoras de español del colegio. O algunas de ellas, vamos.
Mañana haré las gestiones que me quedan para salir tranquilamente del país, repartiré mis bienes materiales y terminaré de recoger. Alemania se acaba.
Besitos!

30 may 2011

Que nos quiten lo bailao.

Bueno... pues parecía mentira hace unos meses, sobre todo cuando empezó a hacer tantísimo frío... Pero el curso, o nuestra estancia en Alemania... Y esta, la última semana, ha llegado a su fin.
El martes tuvimos en Dortmund la última reunión de Auxiliares de Conversación. Después, cuando terminamos, nos fuimos a tomar un batido al centro. Cuando no hacía viento, hacía calorcito y se estaba muy bien en la terraza. Una vez terminado el batido, nos fuimos a echar un vistazo a un par de tiendas. Irene quería mirar unos pantalones, y yo un vestido que había visto en la página web de Mango, y del que me había enamorado. Y por suerte, lo tenían, y tenían mi talla. Así que me lo probé, y la verdad es que me encantó... así que me lo llevé. Ya tenía modelito pues para el fin de semana.
El miércoles quedamos por la tarde con una de las Auxiliares, que vive cerca de Essen, para despedirnos con un heladito. También hacía buen día... excepto cuando se ponía a soplar el viento. Pero quitando esas rachas de huracanes, estuvo muy bien.
El jueves hacían en mi colegio los exámenes orales del Abitur, así que no tuve clase, y nos fuimos a comer a la Mensa Carlota, Sandra y yo, ya que decidimos encargarnos de comprar las cosas para la fiesta de despedida que habíamos organizado para el viernes. Tuvimos mucha suerte, ya que pudimos alquilar el bar de la residencia de Sandra e Irene. El caso es que, después de comer tranquilamente, nos fuimos al supermercado (que en principio iba a cerrar el pasado 21 de mayo, pero al final sigue abierto). Así que, como digo, nos dedicamos a comprar la cena para el viernes. Y bueno, como siempre, se nos fue un poco de las manos. No una exageración, pero todavía tenemos agujetas en la tripa de comer (y reírnos).
El viernes, después de clase, corriendo a casa a comer, y a echarme un ratito, porque la noche prometía ser larga. Y hacia las 8 me fui a la resi, para empezar a preparar la comida. Y una vez que terminamos, Cheescake hecha por Miriam incluida, empezamos con la música. Bueno, e incluso tuvimos un pequeño concurso de Frases Míticas (que no pondré todas, porque necesitaría una entrada entera solamente para las frases... cosa que igual esta semana hago), entre las que podemos destacar:
"Es un encanto, vaya" (Miriam, siempre tan dulce)
"¿Y si mañana nos morimos?" (Sandra, Carpe Diem).
"Ustedes visualícenlo" (Nidia, entre incienso y velas)
"¿Una shishita?" (Mariana. Todo se pega)
"¡Ay! ¡Cómo las voy a echar de menos!" (Carlota. Desde octubre)
"¡Baaaaah! ¡Venga hombre!" (Irene, priorizando).
"¡Enorme!" (Inés. Sin término medio)
Y, por si fuera poco tener nuestra propia recopilación de frases míticas, también tuvimos una canción solamente para vosotras. (Que otra cosa no, pero nos dio por hacernos videos el viernes. Al más puro estilo videoclip). El caso, es que nuestra idea para el viernes era cenar allí, canturrear un poco, e irnos a alguna discoteca. ¿Y qué hicimos? Liarnos a poner canciones en el ordenador y a cantar y bailar. Y ¿quién se fue de discoteca? Patxi (inside joke). Pero tampoco es que nos importara. Ya tarde, llegaron tres chicos libaneses muy simpáticos, que quisieron quedarse en el bar. Y acabamos hablando de política exterior (lo más lógico en ambiente de fiesta, pero ojo, nos lo pasamos en grande). Vamos, nos lo pasamos tan bien, que cuando quisimos darnos cuenta eran las 9 de la mañana.
El sábado, cuando nos levantamos, nos duchamos y adecentamos un poco, nos fuimos otra vez a la residencia de Irene, para preparar unas patatas aliolí (sin aliolí), empanadas gallegas (sin gallego) y pimientos rellenos. Y una vez que terminamos de cocinar, nos fuimos a casa de Mariana, donde nos esperaba una segunda fiesta de despedida, aka Boda Gitana. Y la verdad es que se lo habían montado muy bien, con sala de karaoke, sala de chill-out y sala discoteca... Eso sí, cuando entramos, destrozamos la media de edad. Pero estuvo bien, con la zona de cócteles, la zona de comida... Muy organizado todo, ya digo.
Y nada, esta semana toca empezar a recoger y a echar a la gente. El martes es mi último día en el colegio, y creo que no tengo clases, pero me han dicho que en la primera pausa es mi "Despedida Oficial", así que habrá que estar presente (¡qué menos!). Ya os lo contaré todo en la próxima entrada.


22 may 2011

Tomando plazas propias y ajenas.

Diría que ha sido una semana tranquila, pero mentiría. Al menos en parte.
Al final, el lunes no nos fuimos a Aachen. Por la noche, estuve hablando con Carlota, y ella también quería ir, pero no podía el lunes... así que decidimos aplazarlo hasta el sábado. Que tampoco hemos ido, pero han sido otros motivos. El caso es que para no desaprovechar el lunes, nos fuimos a comer Sandra, Carlota y yo a la Mensa, y después de tomarnos el café, y de que nos dieran una bolsa llena de merchandising de diversas marcas, nos bajamos al centro a darnos una vuelta.
Del colegio esta semana, poco que comentar, apenas he tenido clases. Una vez más, la profesora X no ha venido. Eso sí, el viernes llegué al colegio y me encontré con una cajita de bombones de parte de los tres chicos del DELE, Annika, Sonja y Felix. Así que me puso de muy buen humor.
Y el viernes, nos fuimos a casa de Nidia a cenar, esta vez la temática era mexicana. Burritos, fajitas, fríjoles, nachos... Riquísimo todo.
Y ahora viene una parte en la que me salto la línea temporal que suelo llevar en el blog... y la narración general. No os voy a contar nada que no sepáis, básicamente...
Ya el domingo por la noche vi, por un vídeo, que la gente de la manifestación del 15M se iba a quedar a dormir en Sol. El lunes pregunté, vía Facebook, que cómo iba la cosa por la Puerta de Sol, ya que había visto que por la tarde se había acercado más gente. Los medios de comunicación no decían nada, y casi nadie sabía ni de qué iba la historia ni qué pasaba en Sol. El martes me levanté, y me cabreé. Habían desalojado, a las 5 de la mañana, a la gente que estaba acampando en Sol. Pero la grata sorpresa fue descubrir que, por la tarde, la gente que estaba en Sol se había multiplicado. Ya no eran los "4 gatos" que durmieron el domingo, o los 8 a los que habían desalojado la madrugada del martes. Ahora eran 80. Estaba orgullosa. Y frustrada, increíblemente frustrada por no poder participar. El miércoles eran 800 los gatos que estaban en la Puerta de Sol. Y no sé muy bien cómo, encontré una propuesta en Internet, de una manifestación para el sábado en Düsseldorf. Y pensé "esta es la mía". No puedo estar en Madrid, pero podré estar en Sol". Así que me apunté sin dudarlo, y pasé el evento a todos mis contactos que viven en Alemania. En ese momento, éramos unas 30 personas confirmadas. Entre alguno de los futuros asistentes y yo (Héctor, Isabel, Maggie, Mario...) nos pusimos a rellenar el formulario para solicitar permiso a la Polizei (que se tiene que entregar con 48 horas por lo menos). Pensábamos que, con suerte, seríamos unos 50 asistentes. Una vez enviado el formulario, y resueltos los problemas técnicos con la policía (había otra manifestación para ese día), todo iba sobre ruedas. Pancartas, pintura corporal, pequeñas performance... A última hora, habíamos confirmado asistencia unos 120. El viernes éramos 180 por la tarde. Esta mañana, 220 confirmados. Y muchos, caras conocidas. No puedo saber cuántos éramos realmente hoy en Düsseldorf. Lo podéis juzgar vosotros mismos:

Gran parte de los asistentes.
La verdad, y pese a haber aguantado más de tres horas al sol, ha sido genial. Muchísima gente se ha parado a hablar con nosotros, interesándose por la manifestación. Incluso varios se han unido de forma espontánea. 
Y mañana es el día de las Elecciones. No sé qué es lo que pasará. Y no sé si con estas manifestaciones se conseguirá algo, aunque por los comentarios que leo, el apoyo es muy grande en toda Europa y en muchísimos otras ciudades de otros países fuera de la Unión Europea. Pero lo que se está haciendo es increíble. Y espero que realmente funcione, que se acabe con la inmensa corrupción política de nuestro país. Que se empiecen a tomar medidas económicas adecuadas (que se bajen ellos los sueldos, no a la gente que lo NECESITA para llegar a fin de mes. Que se supriman figuras políticas innecesarias y tanto amigo de amigo). Que tengamos opciones de futuro en casa. Y, con una de las cosas que más me gustan, sin duda de todas estas manifestaciones. Que sigamos unidos.

16 may 2011

Bicicleta a la parrilla.

La intención inicial era ir el día 4 de mayo a dar un paseo en bicicleta... pero de repente se nubló y empezó a llover... Así que cambiamos el plan por ir a tomar un café al Blondies, donde trabaja Nidia. Estuvimos también a punto de tener que abortar este plan también, ya que había problemas con el metro y no pasaban en ninguna de las dos direcciones. En la parada anterior a la estación central vimos que había médicos y una camilla, y efectivamente, nos enteramos después de que una chica (del colegio en el que está Irene) se había suicidado. Pero en fin... El caso es que estuvimos tomando un café, y después nos fuimos a comprar un par de cosas y de vuelta a casa.
Hummus

ensalada de perejil

pastela

mansaf

cous-cous

baklava
El jueves habíamos quedado para la "Cena 1001 noches", en casa de Mariana. Irene, Carlota y Sandra prepararon cous-cous y falafel, Miriam una pastela, Nidia una ensalada de perejil y baklava, Mariana preparó mansaf y yo preparé hummus. Y además, tuvimos también té de hierbabuena y shisha. No hace falta ni decir que nos pusimos como el kiko, y que estaba todo riquísimo.
El sábado hicimos al final la excursión en bicicleta. Miriam, Irene y yo quedamos por la mañana en la estación, alquilamos las bicicletas, y nos fuimos hasta el Kemnader See, a unos 10km. Allí habíamos quedado con Nidia, y estuvimos haciendo un pequeño picnic y tomando un café en el bar que hay ahí. El bar es genial, está puesto tipo playa, con su arena y sus tumbonas. Después, ya volvimos a la estación, y después de ducharnos y cenar, bajamos a tomar un cocktail al centro. La verdad es que la noche acompañaba, hacía una temperatura increíble. De hecho, hasta cogí algo de color del paseo en bici.
La siguiente semana, en el colegio, ha sido tranquila. Y la verdad es que se echa de menos a los alumnos de la clase 13.
El viernes decidimos hacer una barbacoa en la residencia de Irene y Sandra. Y aunque el tiempo ha empeorado un poco, al menos no llovió, y estuvo medianamente soleado todo el día. Y ya sabéis cómo son estas cosas... empezamos comiendo, luego estuvimos jugando a las cartas, y acabamos montándonos una fiesta particular en la sala del futbolín. Así que, animadas como estábamos, decidimos bajar al centro a bailar un rato.
Y ayer, 14 de mayo, nos fuimos a Düsseldorf, ciudad en la que se celebraba el festival de Eurovisión. Vinieron dos amigas de Carlota, y junto con ellas dos, nos fuimos Sandra, Irene, Carlota, Nidia y yo a Düsseldorf, donde habíamos quedado con (otra) Irene para ver el festival y salir después por la capital. Bueno, no comentaré nada del resultado, ya que todos sabréis que, como siempre, no hemos ganado. Pero la verdad es que nos lo pasamos genial, había muchísimo ambiente en las terrazas de la ciudad, pese a que el tiempo no terminó de acompañar, e incluso llovió un rato. Una vez terminado Eurovisión, nos fuimos a una discoteca de salsa, el Guantanamera, donde estuvimos un buen rato, y después, menos las cuatro canarias, que se volvieron a Bochum, nos fuimos a otra discoteca, el Kuhstall. Y ya, cuando empezamos a aburrirnos de tanta música electrónica y nos pudo el cansancio, nos volvimos a casa. Vamos, que hasta las 7.30 de la mañana no me he acostado... Pero ha merecido la pena.
Y ahora... me voy a acostar ya. Mañana nos vamos a ir a Aachen de visita, y si nos animamos, nos acercaremos a Maastricht. Hay un autobús que sale cada 15 minutos, y Maastricht está a unos 40km de Aachen. Así que si nos animamos, haremos una visita a la ciudad holandesa. Ya os lo contaré.

3 may 2011

Dos semanas, cuatro países.

Sé que llevo prácticamente un mes sin actualizar el blog. Pero tengo excusa. La excusa, bien conocida por todos, es la Semana Santa, que este año ha durado dos semanas para mí. Y entre unas cosas y otras, durante esas dos semanas no me he conectado prácticamente nada. Pero veamos... ¿dónde me quedé?
El fin de semana antes de las vacaciones no hicimos gran cosa. Bueno, Sandra sí, que ahora lleva un recuerdo de Alemania en la cabeza, ya que se hizo una brecha volviendo a casa de Laura. El domingo, 10 de abril, me fui a Duisburg a tomarme un helado con ella, Laura, Elena, Almudena, y el primo de Laura, que estaba de visita. Dimos un paseo por Duisburg, y después me volví a casa.
El lunes 11, pese a ser mi día libre, fui al colegio ya que había quedado con una de la profesora X en hacer una presentación sobre Madrid a los alumnos de la clase 10. La sorpresa fue que la profesora no había ido. De lo malo, pude ver a los chicos de la 13, que durante esa semana tenían la "Motto-Woche", en la que iban disfrazados todos los días. El lunes, iban disfrazados de famosos (en general).
El martes, además de otro intento fallido de hacer la presentación sobre Madrid, les puse una sobre la Semana Santa en España, a los de la clase 12. Les gustó, aunque les pareció, cuanto menos, raro.
El miércoles por la noche nos fuimos a cenar a un restaurante alemán, a modo de "cena de despedida". El restaurante estaba bastante bien, muy alemán. Y la comida me pareció muy rica. Después, nos fuimos un ratito al Freibeuter. Yo me volví temprano, ya que recibí un correo de Barbara, pidiéndome que hiciera la presentación sobre la Semana Santa en la 7º hora, por lo que tenía que prepararme la comida.
El viernes me acerqué al colegio para darme un paseo. Ya sabía que existía esa posibilidad, ya que era el último día de clase para los del último curso, y siempre hacen algo ese día. Pero tampoco me importó mucho, voy leyendo en el tren, y además, así tuve tiempo de sobra para terminar de preparar las cosas e irme al aeropuerto. Y por otra parte, menos mal, ya que por lo que se ve, la Deutsche Bahn estaba otra vez con huelgas, y me costó un buen rato poder coger el tren desde Dortmund hasta Bochum. Vamos, estaban todos cancelados, salvo los IC. Menos mal que nos dejaron subir en ellos. Así que nada, llegué a casa, comí, cerré la maleta, y me fui al aeropuerto con tiempo. Mucho tiempo. Sobre todo, porque mi vuelo se retrasó una hora. Pero bueno, conseguí llegar a Barajas sana y salva, donde me esperaban mis padres y Ceci para llevarme a casa.
El sábado, cuando me levanté, fui a tomar el aperitivo, y después nos fuimos a comer al chino. Típico sábado de chino, vamos. Y después, a preparar la maleta para el domingo... ya que nos íbamos a Estambul.
En Estambul genial, me ha gustado muchísimo. Una lástima que el tiempo no haya sido lo bueno que esperábamos (por las fechas y la localización de la ciudad), pero aún así, me ha gustado muchísimo la ciudad. La gente, en general, me ha parecido muy amable (algunos demasiado), en particular, un amigo de mi hermana y sus amigos, con el que quedamos un par de días. Lo que no me gustó tanto fue el tráfico de la ciudad, que mete miedo. Y aún así, no hemos visto ningún accidente. Al menos, no de tráfico, ya que sí que vimos un "accidente" de otro tipo. Volviendo desde el Barrio de pescadores hasta el Gran Bazar, unas personas se pelearon, y como resultado, a uno de los hombres le dio un ataque (parece ser que epiléptico). Desde luego, la suerte estuvo a su favor, ya que estaba mi padre cerca para echar una mano, y una enfermera de San Sebastián que también pasaba por ahí. Curiosamente, la hija de esta señora, es también licenciada en Traducción e Interpretación. El caso, que Estambul me ha gustado muchísimo. Aunque no sabría decir qué es lo que más me ha gustado.
El sábado 23 volvimos a Madrid. Yo contaba con deshacer la maleta y acostarme temprano, ya que Isy me había dicho que llegaba el domingo por la mañana. Aunque la verdad era que llegó el sábado, y cuando nosotros aterrizamos, estaba esperando en el aeropuerto. Mi familia trama a mis espaldas. Que me gustó la sorpresa, por supuesto.
Del 23 al 27 de abril estuve en Madrid. Fuimos a comer con mi abuela, a ver a mis primos (casi a despedirme, ya que Laura se va a Palma de Mallorca en unos días), a tomarnos unas cañas con Javi, Ana y Lucía...
Y el 27, me volví a Alemania. Por unas horas, ya que el 28 por la tarde, me fui a Amberes. Por la tarde, antes de que saliera el autobús, quedé con Manuel, uno de los Auxiliares de español para tomar un café. Y después, al autobús. Me recogió Niels en la parada, ya que Jun estaba dormida. El pobre lironcito se cayó de la bici el miércoles y está un poco en modo grogui. La idea inicial, había sido ir ese fin de semana a Amsterdam, para celebrar el Queen's Day. Pero dados los acontecimientos de finales de enero, decidieron mudarse a otro apartamento, así que cambiamos el Queen's por un zafarrancho de combate en toda regla, llamado mudanza. Y parece mentira que pudiera haber tanto en el apartamento. Y que una vez terminada la mudanza y limpiado el piso, pudiera quedar tan vacío. Pero, todo sea dicho, el apartamento nuevo está genial, y mejor que va a quedar cuando esté todo en su sitio.
Y ahora nada, llegué ayer por la noche a Bochum, y ahora me iré al supermercado a comprar unas cuantas cosas. Después, todo apunta a que bajaré a ver el último (por fin) de los Clásicos. Mañana nos iremos a pasear en bicicleta, el jueves tenemos cena... así que tengo bastante cubierta la semana. Ya os contaré.

8 abr 2011

Vitamina S

Desde luego, la primavera ha entrado, y por la puerta grande. Si bien es cierto que siguen apareciendo días nublados, y con algo de viento, las temperaturas a mediodía suelen rondar los 20º. Bien, ya sé que en España estáis bastante por encima... Y si allí  no es normal a estas alturas del año, imaginad aquí tener temperaturas casi veraniegas en abril. Eso sí, no seré yo quien se queje. Al revés, la temperatura y el Sol me hacen estar de un humor inmejorable. ¡Necesitaba un poco de vitamina S!
La semana fue relativamente tranquila. Sobre todo, tengo que mencionar la clase del jueves. Los alumnos del último curso (que acaban la semana que viene), en la clase de español, están haciendo exposiciones varias. El jueves tocó una sobre "La comida en España y en Latinoamérica". La verdad es que las chicas lo hicieron muy bien. Y como parece que no se puede hablar de comida sin ofrecer, habían preparado unas fajitas, alioli y gazpacho. Nota: eran las 10 de la mañana. De haberlo sabido, no habría desayunado, porque la verdad es que tenía un aspecto bastante bueno todo.
El viernes por la noche decidimos variar un poco, y salir por otro sitio. El lugar elegido fue Dortmund, la discoteca, Nightrooms. Antes de ir, fuimos a casa de Nidia a tomarnos una cerveza, Sandra, Carlota, Irene, Miriam y yo (y Nidia, evidentemente), y después nos fuimos a la discoteca. Miriam y Nidia no vinieron, ya que no se encontraban muy bien. Y si pudiera ponerle nombre a la noche, de hecho, puedo porque para eso este es mi blog, sería "La noche de los hispanoparlantes". Nos encontramos con, nada más y nada menos, tres personas que hablaban español. El primero, en la estación de Bochum, esperando al tren, los otros dos chicos en el tren, volviendo a casa. Para los que dudan de la expansión del español, y los que habéis estado aquí igual os habéis dado cuenta, aquí hay muchísima gente que habla (poco o mucho) español.
Kemnader See al atardecer
El sábado, cuando me levanté, me fui al lago, el Kemnader See, a dar una vuelta. El día, sin duda, invitaba, y fue muy agradable, incluso el paseo de vuelta a la universidad, cuando perdimos el autobús.
El domingo, nos fuimos de brunch al centro, y aprovechando que estaban  las tiendas abiertas, y aunque esta vez el tiempo no acompañara, nos fuimos después a Gelsenkirchen, a dar una vuelta por el H&M y por el Primark. Y como es muy difícil entrar en el Primark y salir sin bolsas, alguna cosita me compré. Y si no, que se lo digan a Carlota, nuestra Shopping Queen, que arrasó =).
El lunes, por algún extraño motivo, además de dedicarme a trabajar en una presentación sobre Madrid, me dediqué a arreglar mi currículum, y a traducirlo al inglés. El martes me lancé con el alemán.
De las clases, hay un par de cosas que quisiera mencionar. La primera, el miércoles. Durante una de las clases, de repente, llamaron a la puerta. Entró uno de los alumnos de español de otro curso, con un helado, que le dio a uno de los chicos que estaban en clase. Sin pedir permiso ni perdón. Simplemente entró en clase, pasó hasta el fondo, y le dio el helado al amigo. Y por si fuera poco, la chica que estaba al lado le gritó a uno de los que esperaban en la puerta, que le diera el casco de la moto. Y otra que entró, le dio el casco, y se fue. Mi cara era un poema. ¿A alguno se os habría pasado por la cabeza hacer algo parecido en el colegio?
La siguiente, esta mañana. Estábamos en clase, con la profesora X, viendo un texto sobre "Los niños de la calle". Tenían que traducir la última frase ( "Mientras me siento y pienso en la vida de este niño, su vida me lleva a pensar en lo ingrato que soy con la mía"). Al cabo de un par de minutos de relativo silencio, una de las chicas le ha preguntado a la profesora que qué significaba ingrato. La profesora ha dicho que no lo sabía y que hiciera una traducción libre. (¿Hola? Además de sentarme en una silla y estar en silencio durante tus clases, puedo hacer más cosas). Al poco tiempo, otra de las chicas le ha preguntado de nuevo por ingrato. Y la profesora ha dicho que "todavía no había contestado, que ya lo habían preguntado". La chica, con cara de frustración, me ha mirado entonces, y me ha preguntado a mí, en plan espontáneo "¡Inés! ¿¡Qué significa ingrato!?". Una vez se lo he explicado y lo han entendido, se han puesto a escribir una frase similar a las del texto. Y cuando la profesora se ha puesto a repartir diccionarios, al grupo que estaba más cerca de donde yo estaba sentada, les ha preguntado que "si querían un diccionario, o me preguntaban a mí". Y la verdad, no sé cómo tomármelo.
Por último, otro de los momentos de las clases, también ha sido hoy. En la última hora, con los del último curso, han hecho otra exposición sobre la comida española. Y han traído tortilla y alioli. Vale que le han puesto zanahoria (para decorar) al alioli. Y que la tortilla llevaba bacon. Pero a esas horas sí entra algo de comida, y he de decir que estaba muy rico.
Y con esto, poco más que añadir. La próxima actualización, a no ser que tenga miles de cosas que contar en un par de días, seguramente ya la haré desde casita, desde el Madrid que odio y amo según tenga el día.
Bis die Tage!

[EDITO] ¡Se me había olvidado comentar otra de las exposiciones de esta semana! El jueves, también los del último curso, hicieron una exposición sobre varios países de América del Sur... piñata incluida. Fue graciosísimo.

29 mar 2011

Grüß Gott!

La semana pasó tranquilamente. Muy tranquilamente, ya que la mayoría de cursos hacían exámenes, y no he tenido muchas de las clases. Lo mejor de todo ha sido poder disfrutar de unas temperaturas en general más que agradables, e incluso poder disfrutar de un Eiskaffee en una terracita, el miércoles por la tarde con Miriam y con Sandra.
Pero sin duda, lo mejor fue el fin de semana, pese o incluso con el cansancio.
El viernes por la tarde, tras fregar las cosas del desayuno y de la comida, nos fuimos a la universidad a imprimir las tarjetas de embarque para el viaje a Munich. Después, cuando llegué a casa de nuevo, me eché un rato. Mi idea era dormir toda la tarde, pero me desperté al poco rato. En cualquier caso, quería dormir lo máximo posible ya que nuestro vuelo salía el sábado a las 6.45 de la mañana, y para poder llegar a tiempo teníamos que salir de casa a la 1 de la mañana, aproximadamente. También fue mala suerte, ya que teníamos que coger último metro del horario normal, a las 1.12, ya que nuestro tren salía a las 2.16 y el siguiente metro, de los nocturnos de fin de semana, nos dejaba en la estación con tan solo un minuto para llegar al andén. Lo que era, a todas luces, imposible. Así que llegamos a la 1.20 a la estación, y estuvimos haciendo tiempo hasta las 2, Carlota, Sandra y yo. Laura, que también venía, cogió el tren una hora más tarde, a su paso por Duisburg. Poco antes de las 3.30 llegamos a Düsseldorf (nota: con un tren de los Regionales, el trayecto Bochum-Düsseldorf son unos 37 minutos, con el S-Bahn que cogimos -por la noche no circulan los Regionales- el trayecto dura 77 minutos). De ahí, cogimos otro S-Bahn hasta Köln, un poco menos de una hora de trayecto (en S-Bahn). Y de Köln, un tercer tren hasta el aeropuerto. Total, llegamos a las 4.55 de la mañana al aeropuerto de Köln-Bonn. Y con la típica tontería de cuando estás muerto de sueño. De lo malo, nos pasamos el trayecto muertas de risa.
En el aeropuerto, poca cosa. Pasamos el control de seguridad y nos sentamos a esperar en la puerta de embarque hasta que nos llamaran. Y una vez en el avión, no recuerdo ni haber despegado. Lástima, bueno "lástima", que el vuelo solamente dure una hora, no me habría venido del todo mal dormir un rato más. Aterrizamos hacia las 8 de la mañana en Munich, y nos fuimos al albergue que habíamos reservado, a unos 10 minutos en metro del centro. La verdad es que, por poco, no pudimos entrar ya a la habitación. Pero bueno, dejamos nuestras maletas en la sala de equipaje, y nos fuimos a la ciudad. Y tuvimos toda la suerte del mundo, porque nada más llegar a Marienplatz, nos encontramos con los del Free Tour, una empresa que organiza tours por diversas ciudades, y gratis. Bueno, pagas al final lo que quieras. Así que, nos apuntamos, y nos pasamos la mañana conociendo los lugares más importantes de la ciudad. La verdad es que me encantó el tour, me pareció súper interesante y entretenido. Después, nos fuimos a comer a un sitio cerca del centro, con el guía (Pablo, de Granada) y dos argentinos que estaban de turismo por centro Europa. Después de comer, y de dar un paseo, nos fuimos al albergue para hacer el check-in y dejar las maletas en la habitación. Y después de eso, me volví al centro, ya que había quedado con Rafa y con Ade (amigos de mi Erasmus) para tomar una cerveza en la Hofbräuhaus, una de las cervecerías más típicas de Munich. Nos sentamos con dos chicos de allí, y nos reímos un montón. Después, cuando ellos se fueron, volví con Carlota, Laura y Sandra para cenar algo. Y de ahí, a dormir, que buena falta nos hacía.
La hora que nos quitaron del sábado al domingo se notó. Bastante. Pero nos levantamos, y nos fuimos al centro, ya que a las 10.45 salía el tour al Memorial de Dachau, el antiguo campo de concentración, organizado por la misma empresa. Esta vez, nos llevó Xavi, de Barcelona. Dachau es sencillamente impresionante. Dicen que es uno de los mejor conservados. La verdad es que solamente la exposición que tienen es suficiente para dejar a cualquiera con mal cuerpo durante varios días. Eso, sumado al búnker y la cámara de gas... Pero es una visita que merece mucho la pena.
Después, una vez de vuelta en Munich, nos tomamos un café en el Starbucks, y como llovía y estaba fresco, nos metimos en un tren a hacer tiempo hasta la hora de la cena. Esta vez, fuimos a otra cervecería, el Agustiner Keller.
El lunes por la mañana, aprovechamos para ver alguna cosa que nos faltaba, como el estadio del Bayern de Munich, el Allianz Arena, el Englischer Garten, la Universidad... Y después, fuimos a recoger las maletas, a comer y al aeropuerto. Y ya, poco más que contar. Llegamos a Köln-Bonn de nuevo, y hacia las 21.00 a casa.
Munich me ha encantado. Hasta la fecha, la ciudad que más me ha gustado de las que conozco de Alemania. Tanto por la parte monumental, como por la parte histórica, como por la vida que tiene la ciudad. Espero poder volver pronto. 

22 mar 2011

Primavera futbolera y mocosa.

Esta semana la ha marcado el catarro. Uno de esos catarros épicos, que marcan época. Hoy parece que estoy bastante mejor, así que toquemos madera, y a ver si termino de recuperarme ya. Debido a este catarro, no he hecho gran cosa durante la semana. No he tenido fiebre, ni nada, pero los antigripales producen somnolencia, y eso sí lo he notado.
En cualquier caso, el jueves fue San Patricio, y salimos a tomar algo. Miriam, Nidia, Sandra y yo intentamos ir al Paddy's, el bar irlandés de Bochum. Nuestra sorpresa fue que no nos iban a dejar entrar, ya que había un concierto y el bar ya estaba lleno. Pero en la residencia en la que viven Irene y Sandra hacían una pequeña fiesta de Saint Patrick, así que nos fuimos allí. Y es la primera (y espero que última) vez que me bebo una Guinness de la botella. Paso porque no me pongan vaso de pinta. Paso porque no me pongan vaso de cristal. Incluso paso porque no me pongan demasiada espuma. Pero ¿una Guinness de la botella? ¡Pierde toda la gracia! (más todavía si no está suficientemente fría). Pero en fin. Es una Guinness.
El viernes por la noche, Sandra y yo nos fuimos a cenar a casa de Carlota. En principio, habíamos pensado en ver una película, pero entre unas cosas y otras, y sobre todo, la indecisión, al final, estuvimos trasteando con el youtube, y nos fuimos a casa. Pero la verdad es que nos reímos un montón.
Luego, el domingo, aprovechando el día tan fantástico que hacía, nos bajamos al centro a dar una vuelta. Puede sonar un poco raro, pero fuimos al cementerio municipal. Aquí la aclaración. La foto de la derecha la tomé en el cementerio. Con esto quiero decir, en Alemania, los cementerios son parques. Y están totalmente abiertos, como cualquier otro parque. Las tumbas suelen estar rodeadas de árboles o plantas, y poco más. La gente va a pasear. La verdad es que es un modelo totalmente distinto al español, y me gustó casi más. Si bien es cierto que la inmensa mayoría de personas que había enterradas en este cementerio llevan enterradas entre un siglo y un siglo y medio, y  puede que los cementerios más modernos se parezcan más a los nuestros. Aunque he de decir que, los que he visto, no se parecen demasiado a los nuestros. Tal vez Alemania conserve todavía algo del Romanticismo.
En fin, prosigo. Después de este paseo, nos fuimos a tomar algo. a Sandra se le había antojado un helado, así que a por un helado fuimos. Lo mejor para el resfriado. Pero la verdad es que me sentó de maravilla.
Y ayer, lunes 21, empezó la primavera. Como en los últimos días, el tiempo fue bastante bueno, y estuvo bastante despejado. Como ahora, que no parece soplas nada de viento, y el termómetro me dice que estamos a 14º, sin una sola nube. Parece mentira que, por fin, haya terminado el invierno. Vale, siendo sinceros y justos, el invierno ha sido bastante suave. Mucho más de lo que nos esperábamos sin duda alguna. Tuvimos unos días horribles, pero horribles, de volver a casa y que se busquen la vida en los colegios, a finales de noviembre y en diciembre. Y yo volví muerta de miedo en enero, porque se suponía que todavía quedaba lo peor. El invierno, vamos, que hasta ahora, solamente habíamos vivido el otoño. Y ya, la primera sorpresa fue bajarme del avión el 9 de enero y estar a 12º. La segunda sorpresa fue no ver apenas nieve en las calles. Yo pensaba solamente en que, según pasara el tiempo, las probabilidades de que la situación volviera a ponerse tan fea como antes de Navidad, disminuían. Y la verdad es que, salvo un día, que nevó un ratito... creo que no ha vuelto a nevar. Y las temperaturas se han mantenido, en general, por encima de los 0º. Por supuesto, de día. Hay mucha diferencia cuando se va el Sol. Pero el caso, que ha terminado el invierno, por fin. Que ha empezado la primavera, y ha salido un Sol enorme, que empieza a calentar. Y que yo estoy divagando en vez de contar lo que hice ayer.
Por la mañana me fui a la Universidad con Sandra. Primero, a que ella imprimiera unas cuantas cosas. Después, por la tarde, decidimos ir al partido del Bochum, que se jugaba más tarde. Y a comprar un par de paquetes de pipas. No hay fútbol en estadio sin pipas. Y allí que nos fuimos, Nidia, Sandra y yo, a animar a los del VFL Bochum. No os voy a resumir el partido, solamente diré que ganó el VFL Bochum, y que esta temporada no pinta nada mal para volver a la Primera División.
Eso sí, volver al estado me ha dado ganas de ir mucho más, que hacía un montón que no iba, y se echa de menos.
Y poco más que contar hasta ahora. Nos vemos!

13 mar 2011

Crónica de un Campamento de Refugiados

Después de un muy buen fin de semana de carnaval, el lunes nos fuimos a ver los desfiles del Rosenmontag a Colonia. Me pareció muy divertido ver a tantísima gente disfrazada y en la calle. Y me pareció muy sorprendente ver que, en lugar de tirar caramelos, como en cualquier desfile o cabalgata de este estilo en España, aquí tiraban tabletas de chocolate, cajas de bombones... un poco de todo. Vamos, que cada vez que se acercaba algo volando a la zona en la que estaba yo, me debatía entre estirar la mano o agacharme y cubrirme la cabeza. Pero todas conseguimos llevarnos bastantes cosas (que todavía ni he tocado), pese a alguna persona famélica que casi hasta habría pegado por una bolsita de gominolas.
El resto de la semana, hasta el jueves, ha sido relativamente tranquila. Y el jueves, se inició oficialmente el Campamento de Refugiados. O, dicho de otra forma, como arreglarnos para habitar cuatro personas una habitación de 12 metros cuadrados. La solución más básica ha sido pasar mucho tiempo fuera de casa.
El jueves por la tarde nos fuimos a Dortmund a dar una vuelta tranquilamente. Y entonces, Laura descubrió el maravilloso DM (una cadena de droguerías, del estilo del Bodybell, que hay aquí en Alemania -y creo que Austria- y que son una maravilla por la calidad y el precio). Después, nos tomamos una cerveza y nos volvimos a Bochum a cenar.
El viernes en el colegio bastante normal. Eso sí, me reí muchísimo cuando, a última hora, uno de los alumnos le pidió permiso a la profesora para salir 5 minutos antes de clase, porque tenía que coger el tren, y antes de que la profesora pudiera contestar, dijo que "Inés también tiene que cogerlo". Bueno, le agradezco el detalle, me hizo llegar a casa media hora antes de lo previsto... y reírme durante un buen rato. Después, una vez dejé las cosas en casa, nos fuimos a Düsseldorf. No pudimos ver gran cosa, ya que todavía anochece demasiado temprano... Pero bueno, nos lo pasamos muy bien, que es lo importante. Además, descubrimos una cervecería estupenda. Por la noche, al llegar a casa, estuvimos viendo un montón de videos en Internet, algunos de ellos geniales, como el de los Huevocartoons preparando la cena de Navidad
El viernes, cuando conseguimos levantarnos, nos fuimos a Colonia. Hizo un día estupendo, así que lo pudimos aprovechar bastante, viendo la catedral, la Altstadt... Al menos yo llegué a casa molida, aunque nada que no solucione una ducha. Después de cenar, nos bajamos al centro, a tomar algo y que pudieran ver el ambiente nocturno de la ciudad.
Y nada, hoy ya se ha levantado definitivamente el campamento de refugiados... y ahora mi habitación me parece enorme y me aburro... Pero qué le vamos a hacer.
¡Gracias por la visita, pavito pavito pavito!

6 mar 2011

Kölle Alaaf!!

Carnaval, carnaval... Carnaval, te quiero...

Como ya dije en la última actualización, el martes por la tarde nos fuimos a comprar el disfraz para Carnaval. Nos fuimos al Decathlon, ya que habíamos acordado disfrazarnos de la Selección Española. Así que nos compramos las medias, los pantalones y una camiseta roja, que nos encargaríamos más tarde de arreglar para que se pareciera a la de verdad. Al final, fuimos solamente Carlota y yo, ya que a Sandra no le daba tiempo. Después de ir al Decathlon, nos dimos una vuelta por Bochum, para ver ideas de cómo hacer para poner las letras, el escudo y demás.
El jueves fue un día... normal... exceptuando el momento Alarma. Llegué a casa, y estaba haciendo cosas, cuando empezó a sonar la alarma de incendios. Al principio, pensaba que era una alarma en la calle, de alguna de las tiendas. Después de varios minutos sonando, me di cuenta de que no, que eran las de la residencia, que habían instalado hacía poco. Imaginaba que las estaban probando, pero como ya llevaban tanto tiempo sonando, decidí bajarme a la calle, porque no había quien soportara el ruido. Según salía de mi pasillo, me crucé con varios de los compañeros, que me confirmaron que era una falsa alarma, que parece ser que habían saltado porque alguien había estado cocinando. Si no estuvo sonando  media hora la maldita alarma... Cuando paró, me volví a subir, y a los pocos minutos, otra vez. Esta vez duró menos, pero igualmente, estaba ya poniéndome el abrigo para volver a bajar cuando paró. Y después, sonó otras cuatro o cinco veces más, aunque estas últimas de apenas unos segundos. Al menos ahora sé que las alarmas funcionan... y que como vuelvan a sonar corto los cables. Después, cuando me pude por fin dormir un rato, hice la maleta para el día siguiente.
El viernes, no tuve clase en las dos últimas horas. Había quedado con Estela para comer, ya que está haciendo unas prácticas en Düsseldorf, y yo me iba a Amberes desde allí. El viaje a Amberes se me hizo corto. Cuando llegué, fui a casa de Juncal, y estuvimos cenando y tomando un cóctel tranquilamente. Bueno, y escuchando música costra y escribiendo en el twitter los grandes momentos.
El sábado, después de levantarnos, nos fuimos a dar una vuelta y a tomarnos un café. Por la noche, cuando vino Niels, vino con su amigo Hans, que se quedó a cenar con nosotros. Pero se fue justo después. Luego estuve viendo las fotos de Marruecos de Juncal, y un rato más tarde vino Eric, otro de sus amigos. Estuvimos viendo los Simpson y riéndonos un montón.
El domingo por la tarde vino Marina a Amberes, con Javi y dos amigos más, y estuvimos tomando una cerveza al lado de casa de Juncal. Después, nos fuimos a cenar a casa de Karin, con Fenny también. Declaramos el día internacional de los pancakes. Después de cenar, nos pasamos un rato por el Salamander.
El lunes fue un día más bien tranquilo. Nos despertamos, desayunamos, y Juncal y yo nos volvimos a quedar dormidas. Y poco más, de vuelta a Alemania, con el mismo conductor de siempre.
El martes por la tarde quedamos en el centro para ir a comprar ya las cosas para hacer las camisetas. Fieltro, pegamento para tela, estrellas... Y después, nos tomamos un café en una cafetería cercana.
El miércoles, cuando salí de clase, me fui directamente a Dortmund para comprarme el material para hacerme el disfraz del viernes: tul y goma negra, para hacerme una especie de tutú y disfrazarme de bailarina de ballet. Además, me pasé por el Decathlon de nuevo, para comprar la equipación para Estela. Cuando llegué a casa, me puse a coser la falda, y la verdad es que me tuvo bastante entretenida.
El jueves fui al colegio para volver, ya que no había venido la profesora. Así que llamé a Sandra y a Carlota, que iban a empezar con los nombres y números de las camisetas. Nos fuimos a comer a la Mensa de la universidad, y después de comprar unas cosas, nos fuimos a la residencia de Carlota a montar el taller de corte y confección. Hacer las plantillas para las letras, hacerlas en el fieltro, cortar las letras, pegarlas... y cortar hasta las líneas que llevan en las mangas.
Y por fin llegó el viernes y empezaron los Carnavales (para nosotras, al menos, ya que realmente empiezan el jueves). Por la tarde, después de acercarnos al super a comprar las cosas para la cena, me eché un rato, y después, empecé a prepararme. Moño alto, maquillaje... Y a casa de Nidia. Nos reímos un montón con las canciones en versión karaoke del Youtube. Y después, nos fuimos un rato al Riff.
Y ya, ayer por la tarde, nos fuimos a Colonia, donde el Carnaval es muy grande. Disfrazadas, como ya he dicho, de la Selección, más Nidia y su amiga que iban de piratas. Estuvimos dando una vuelta por la ciudad, viendo el ambiente, jugando con la pelota... Y después, nos fuimos a una discoteca. De madrugada, nos entró hambre, y nos fuimos a un Kebab que había al lado de la discoteca. Y me regalaron una bocina! Después, fuimos a otra discoteca cercana, pero ya nos quedamos poco tiempo. Cuando salimos, fuimos a la estación de tren, para volver a casa. La lástima fue haber llegado a esa hora y descubrir, a las 5.50 de la mañana, que hasta que salga nuestro tren nos queda una hora. Así que nos sentamos un rato y a esperar. Como media estación, básicamente.

He llegado a casa a las 8.30 de la mañana, con un sol impresionante y muerta de sueño. Pero ha merecido, y cómo, la pena. Nos lo hemos pasado en grande.


22 feb 2011

Números, canciones, colchones y sushi.

Hoy tengo un buen día. Aunque hace un frío considerable, está muy despejado. Y además, anochece hacia las 6 (lo sé, no es gran cosa, pero hace un par de meses a las 4 de la tarde no había luz, y se nota... ¡vaya que si se nota!). Y...
El martes por la tarde me fui al Ikea con Sandra, ya que quería comprar un colchón auxiliar para preparar el campamento de refugiados que se me avecina (ojo, y yo encantada). Aproveché, además, y compré un par de cosillas que me podrían ser necesarias. Y como no puede ser de otra forma en Ikea, está demostrado científicamente, acabé comprando un pequeño capricho. Vamos, un paquete de velas, nada exagerado. Pero es que huelen tan bien...
El miércoles, con los chicos de la AG, puse la canción de Lady Madrid. El vocabulario en general es sencillo, y creo que la canción les gustó mucho. Después de haber rellenado todos los huecos de la canción, estuve explicándoles algunas de las expresiones coloquiales. La verdad, me gusta mucho esa clase. Me siento muy a gusto con ellos, ya que hablan y entienden muy bien, y puedo hacer cosas más entretenidas. A todo esto, a ver qué les preparo para mañana. Hoy han tenido examen de español, así que intentaré que sea algo sencillo y agradable.
El jueves en la 6º hora, empecé otra nueva AG, con tres alumnos de la clase 12, que quieren hacer el examen de DELE. Creo que, en principio, podrían sacárselo sin muchos problemas. Al menos, este que están practicando ahora, el nivel bajo. Habrá que ver si, cuando terminemos de ver los ejercicios, se les da bien el nivel medio. Por la noche, vi que con mi compañía alemana, la tarifa de datos está muy bien de precio... así que me decidí a contratar un paquete de 100mb para un mes, y probar eso de tener internet en el móvil. De momento, la verdad es que me gusta.
Y el viernes, un poco improvisado, fuimos Sandra, Miriam y yo a cenar a casa de Nidia. La idea era preparar sushi y cenar juntas... pero cuando llegamos, Nidia lo tenía ya prácticamente todo organizado. Tanto, que hasta había colocado ya la mesa. Bueno, mesa al estilo japonés, en el suelo. No faltaba detalle... la salsa de soja, el wasabi, los palillos, la música ambiental... una pasada. Me lo pasé muy bien, y me gustó muchísimo tanto la comida, como el postre, que preparó Miriam.
El resto del fin de semana ha sido tranquilo. El sábado llegó el novio de Sandra, y nos bajamos a tomar algo al centro. Y el domingo, me lancé, y preparé mi  primer cocido madrileño. La verdad es que me salió muy bueno, pese a la calidad de los ingredientes. El chorizo y la morcilla, por supuesto, son una maravilla, son caseros, hechos por unos amigos de Asturias de mis padres. Pero sin embargo, la carne aquí no es demasiado buena, y los garbanzos tuve que comprarlos de lata. Existen garbanzos secos, sí... pero el problema es que, como vivo con más personas y compartimos la cocina, no me parecería bien estar ocupando durante todo el tiempo que tardan los garbanzos en hacerse uno de los fuegos. Pero oye, aún así, como ya digo, estaba muy muy bueno. Y todavía me sobró para repetir el lunes. Creo que fui una de las personas más felices del mundo comiéndolo.
Ayer, a última hora, y tras ver que no iba a llover y alisarme el pelo (jeje), bajé con las chicas a cenar al centro. Nos llevamos una pequeña sorpresa, ya que ya no hacen descuento de estudiantes en el sitio al que solíamos ir... pero bueno. Estuvimos hablando un poco de todo... y de los carnavales, para los que ya tenemos planes... y disfraz. Al menos, para el sábado, el viernes haremos una fiestecilla en casa de Nidia, con concurso incluido. Se aceptan. No, se REQUIEREN ideas.
Y hoy tenía a primera hora (bueno, mi primera hora, la 3º de clase), clase en la 12. La verdad es que pensé que no iba a llegar, ya que una vez más, los maquinistas de la Deutsche Bahn están de huelga, y había retrasos de hasta DOS horas... Barbara me había pedido que preparara alguna actividad para repasar los números, y además me había dicho que iba a tardar un poco en llegar, ya que los alumnos de la 13 hacían hoy un examen de español (tipo pre-selectividad)... así que el día no empezó demasiado bien. Pero bueno, tenía mis tres actividades preparadas para la clase, que iba a empezar yo... El caso, las actividades. La primera, una hoja tándem. Para los que no estáis familiarizados con este tipo de ejercicios, os diré que resultan bastante efectivos. Se trata de una tabla con dos columnas, en la que, en mi caso, he ido alternando frases en alemán (con un número en cifra) y la traducción (con el número escrito) al español. La hoja la doblan por la mitad, y ellos se encargan de corregirse. La segunda actividad ha sido un pequeño bingo. Creo que les he hecho poner un cuadro un poco grande, ya que ha costado que alguien cantara bingo... pero bueno, tampoco ha ido mal. Por último, y aunque tenía mis dudas, había preparado unas cuantas preguntas para hacer la "Patata Caliente". No sabía si funcionaría, pero también ha salido bastante bien. Las preguntas eran sencillas, del estilo "¿Cuál es la temperatura media en España?" "¿Y en Alemania?" "¿Cuántas medallas ganó Alemania en los últimos Juegos Olímpicos?" "¿Cuántos mundiales de fútbol se han jugado?". La única que ha resultado más complicada fue la del aforo del estado Signal Iduna Park (el del Borussia Dortmund). Pero por lo demás, bien. Después, estuvimos viendo el futuro, ya con Barbara, y escribiendo horóscopos. Me pareció entretenido, y decidí participar yo también.
Y por fin, cuando llegué a casa, me metí en la web de mi banco, para ver si me había llegado ya el ingreso de la Universidad de Duisburg-Essen (por el abrigo que me perdieron el 29 de enero). Y por fin, he recibido ya el dinero. Así que, entre que está despejado (pese al frío), el dinero, las horas de luz, las actividades en clase, la cercanía del viaje a Amberes y del Carnaval... hoy estoy de un humor más que bueno.
Y sin más, me voy con Carlota y con Sandra a comprar el disfraz para el sábado de Carnaval... No os adelanto nada...

14 feb 2011

¿Quieres despertarte? Afloja los tornillos del somier.

Y así, ocupándome los fines de semana entre viajes y visitas, el tiempo parece que vuela.

El viernes, 4 de febrero, según acabé las clases, me fui directamente a Düsseldorf, a la estación de autobuses. Llegué con bastante tiempo, y estuve echando un vistazo en la librería de la estación de tren. Y de ahí, a esperar al autobús. Llegó bastante puntual, aunque nos retrasamos un poco para salir, creo que tenían un problema con una de las alarmas del autobús. Pero bueno, tampoco fue gran cosa, y no tardamos en salir. Y, por primera vez, nos pusieron un par de películas en el bus. Una de Jackie Chan y otra de Macaulay Culkin. Una maravilla, vamos. Una vez en Amberes, en casa de Jun, me encontré con un gato tres veces más grande de lo que recordaba. Esa noche, después de cenar, se vinieron Karin y Fenny a tomar una cerveza. Nos reímos un montón, viendo vídeos en youtube y haciendo el payaso. Un rato más tarde, Karin se fue a su casa, y nosotras tres nos fuimos a tomar otra cerveza a un bar cerca de la casa de Juncal.
El resto de días, fueron tranquilitos. Eso sí, tengo que mencionar el alioli tan rico que me marqué el sábado, y el cocido que tomé el domingo, después de tanto tiempo. Y lo mucho que nos reímos el domingo en el Salamander, cantando canciones antiguas a voz en grito.
Por lo demás, la semana en el colegio ha sido muy tranquila. Del 7 al 18 de febrero no hay clase en la 11., ya que están haciendo prácticas. Por otra parte, el viernes les daban las notas a los de la 12. y no se trabajó demasiado en la clase. De hecho, en uno de los grupos, estuvieron viendo una película. La verdad es que me volvió a sorprender ver que la veían en alemán (de hecho, es una película alemana), pero me comentó la profesora que el gran problema es encontrar películas en español, y encima, que tengan subtítulos.
El jueves por la tarde, me fui al aeropuerto a recoger a Isy. Bueno, a Isy, mi iPod, un par de camisetas, varias latas de atún... Artículos de primera necesidad, vaya. Por la noche, nos fuimos a cenar al centro, y luego tranquilamente a casa.
Lo gracioso fue el susto que me llevé la madrugada del viernes al sábado. Resulta que mi cama viene en dos partes. Tres, si contamos el colchón. Por un lado, la base de la cama, y por otro el somier. Y el somier tiene, además de las lamas, una madera transversal, que une los dos laterales. Y se ve que el tornillo que la sujeta se había aflojado. Bueno, se ve no. A eso de las tres de la mañana, de repente, se soltaron varias de las lamas del somier. Es muy bonito despertarse con el ruido de la madera cayendo sobre el tendedero que está debajo de la cama. Y es muy bonito intentar arreglarlo y que, al ir a mover la cama, esta se desmonte. Así que al día siguiente nos tocó ir de excursión para buscar unas llaves Allen, y poder apretar el tornillo. Por aquello de poder dormir tranquilamente, vamos. Y, por si fuera poco, también compramos superglue. A ver si ahora se mueve.
Y entre eso, y mi ordenador, hemos tenido un fin de semana de arreglos. Mi padre me comentó que todos los problemas que me estaba dando mi portátil podían ser por un virus. Yo no lo tenía muy claro, pero bueno, nos pusimos a pasar el antivirus. Además de poner el disco duro antiguo, por si el nuevo pudiera ser parte de la causa de los problemas. Eso sí, también fue un bonito detalle cuando nos despertamos a cuenta del somier, y vimos que el ordenador se había quedado bloqueado a los pocos minutos de habernos dormido. Pero bueno, al final, terminó de pasarse el antivirus. Y encontró varios virus (para quien le pueda interesar, de los que se ve que son graciosos y se esconden entre los archivos de sistema, en win32 y todo eso). Y se ve que ese iba a ser el problema, ya que, desde entonces, no solamente el ordenador ha ido mucho mejor, si no que encima, me ha vuelto a funcionar la webcam.
Y bueno, hoy he ido por la mañana a acompañar a Isy al aeropuerto, y al volver a casa, he comido, me estoy tomando un té, y ahora me iré al super a comprar un par de cosas. Y me da una pereza horrible, pero o eso, o no como. Así que creo que ahora, cuando me termine el té, me acercaré al super.



3 feb 2011

La pequeña costurera

Y aquí seguimos, retransmitiendo desde un futuro asentamiento de un campamento de refugiados...

El fin de semana pasó tranquilamente. El sábado estuve dando una vuelta por Bochum, por las tiendas, a ver si encontraba un abrigo... pero lamentablemente, nada. Los pocos abrigos que quedan ya son más bien finos, y no me gustaba ninguno. Así que me volví a casa con las manos vacías. Una lástima. Eso sí, vía telefónica, mi madre me compró un abrigo en Mango, que me traería Isy cuando venga.
El lunes por la tarde, me fui a Dortmund con Mariana. Quería acercarme al Mango de allí, a ver si por casualidad tenían el abrigo que me había comprado mi madre, y si el precio era mejor, comprármelo aquí y que ella lo devolviera. Primero, fuimos a comprar los billetes de autobús para Amberes, y ella los suyos para Frankfurt. Después ya, nos fuimos a Dortmund. Primero, fuimos al C&A de allí, ya que mi abrigo mutante era de esa tienda. Desde luego, tenían muchísimos más abrigos que aquí en Bochum... pero no estaba el mío. Encontré uno que era prácticamente igual, una pequeña variante del mío... Pero me estaba pequeño y no tenía botones. Así que fuimos a Mango, previa parada en Starbucks. En Mango, estuvimos revolviendo, y encontré el abrigo que me había comprado mi madre. Me estaba enorme. Y solamente había dos abrigos de esa talla. Pero seguimos echando un vistazo y ¡bingo! una talla más pequeña. Y ¡bingo! Le faltan más botones de los que tiene puestos... decidí preguntarle a la dependienta, por si tenían alguno más en el almacén... porque la verdad es que el abrigo estaba súper bien de precio, ¡estaba rebajado el 70%! La dependienta me dijo que no, que no tenían más... pero  me dijo que si me lo quería llevar, me daba los botones de los otros abrigos. Así que los cogió, y me llevé el abrigo. Y después me fui a comprar aguja e hilo.
El martes, después de esperar diez minutos a que vinieran los chicos de la clase 12, con los que tenía AG, y que no viniera nadie, me fui a Duisburg a devolver el abrigo que me habían prestado el sábado. Llegué sin problemas, aunque casi muero congelada, a lo Walt Disney. El chico de la Asociación de Estudiantes me dijo que había recibido mi correo, y que estaba en marcha, que me pagarían lo antes posible. A ver si es verdad.
El miércoles, ayer, hice con los de la AG de la clase 13 un role play de conversaciones básicas... tipo quejarse por algo (por ejemplo en un restaurante), alquilar un piso, denunciar un robo (muy apropiado). La verdad es que salieron muy bien del paso, y me reí muchísimo. Después, al llegar a casa, bajé a poner una lavadora... y cuando subí, me llamó Sandra, que no se le encendía el ordenador. Así que se vino a mi residencia, estuvo mirando su correo, y cuando acabó la lavadora, nos fuimos al Uni Center, a la tienda de ordenadores, a ver si lo podían reparar. Después, nos pasamos por el supermercado, y nos vinimos de nuevo a mi resi, a ver un capítulo de True Blood, que acaba de empezar a ver.
Y por último, hoy... me he pasado el día estornudando y moqueando... muy divertido todo. Y poquito más... he hecho la maleta para mañana, que me iré directamente desde el colegio (bueno, faltan las cositas de última hora, pero nada fuera de lo normal).
Y con esto... es todo hasta ahora. Bueno, casi todo. Mando un beso muy grande a mis compañeros de la carrera, ya que hoy era la graduación.
Y ahora sí, ¡nos vemos!

29 ene 2011

Adiós, abrigo mutante, adiós.

En el cumpleaños de Carlota nos lo pasamos muy bien. Nos costó un poco decidir dónde íbamos a cenar, ya que parecía estar todo llenísimo, y al final, fuimos de nuevo al Taj Mahal. He de decir, que esta vez se portaron bastante mejor con el picante que la vez anterior. Después de cenar, y de darle sus regalos, nos fuimos a la discoteca, al Riff. Tengo que decir que no sé si casi me lo pasé mejor en la cola, contando chistes, o dentro. La verdad es que fue una noche genial, nos reímos muchísimo y, como se suele decir "lo dimos todo".
La semana en el colegio ha sido bastante buena y tranquilita. He empezado con una AG nueva, también de la clase 12. Y en la de la clase 13, les llevé los exámenes de mi año de selectividad (algunos). Les impactó muchísimo el de inglés, porque es un examen muy sencillo... a ellos les piden un comentario de texto... que bueno, es alucinante.
Y ayer, nos fuimos a Duisburg, a una fiesta que organizaba la Asociación de Estudiantes. Estuvimos cenando en casa de Laura, y después, nos fuimos a la universidad. Y ahora, viene el motivo del título de mi entrada de hoy.
Cuando llegamos, fuimos a dejar los abrigos en el ropero. Yo metí la bufanda en el bolsillo, el jersey en una manga, y dejé el abrigo en el ropero. Me fijé en que los dejaban en una repisita, casi en el suelo, de uno de los colgadores (parece ser que uno se había roto, y además, había muchísima gente). Me dio un poco de cosa... pero bueno, qué le vamos a hacer. Total, que nos fuimos a la sala a bailar. Al cabo de varias horas, estando dentro, vi pasar a una chica, y pensé "ese es mi abrigo". Luego pensé "Inés, eres boba, será que no hay abrigos parecidos." Además, teniendo en cuenta la poca luz y mi miopía... pues en fin, una de mis chorradas. A eso de las 5 y algo, decidimos irnos ya para casa, había solamente tres o cuatro personas bailando, y estábamos cansadas. Así que fuimos al ropero a por nuestros abrigos. La chica, cuando le di el número, me preguntó que cómo era mi abrigo, y se lo describí. Y me enseñó uno "¿Es este?" No, ese es de Almudena. No, ese tampoco, ese es el de Elena. No, ese es el de Laura... Total, que mi abrigo había desaparecido. Entré, revisé, pero nada. Alguien se lo llevó. Pero lo que yo no entiendo es cómo las del ropero le dieron mi abrigo a una persona que no tenía el número del abrigo. Y cómo esa persona se lleva un abrigo que no es suyo. El caso es que se recogieron todos los abrigos... o sea, o alguien se llevó dos abrigos, o alguien que vino sin abrigo salió con uno, porque no fue un simple error, que se llevaran el mío porque se pareciera... Así que ahí estaba yo, casi a las 6 de la mañana, en camiseta de tirantes y sin nada que ponerme encima. Estuvimos hablando con los chicos de la asociación de estudiantes, a ver qué hacíamos. Evidentemente, ellos no tienen la culpa, y tampoco podían hacer gran cosa... Y mi abrigo no iba a volver. Se comprometieron a pagarme el dinero de la ropa, cosa que, además, me dieron por escrito y firmada, y me prestaron un abrigo que tenían allí (horroroso y enorme, por cierto). Así que ya, con poco más que hacer y decir, nos volvimos a casa de Laura, donde hemos dormido.
Así que nada, ahora me toca ir a comprarme un abrigo nuevo... Solamente espero encontrar uno parecido, ya que este me gustaba mucho... 

22 ene 2011

Parece que vuelve el frío.

Por lo que se ve, los días de temperaturas agradables se han terminado. De lo malo, ya está terminando enero, y por tanto, quedan menos días de frío, hasta primavera. No es que sea un gran consuelo, pero algo es algo.
El lunes fue el cumpleaños de Miriam, y nos fuimos a su casa a cenar. Había preparado un montón de cosas para picar, y además, Nidia preparó una tarta de cumpleaños. La verdad es que fue una velada muy agradable.Yo me subí pronto a casa, ya que tenía que preparar todavía un par de cosas para el martes, entre otras, la comida. 
El martes, en el cole, fue un día muy tranquilo. Eso sí, me reí muchísimo en una de las clases, de la 12, en la que estábamos viendo un texto. Copio la conversación:
- ¿Y sobre qué trata el texto?
- Sobre el cielo.
- Muy bien... ¿Y quiénes van al cielo? ¿Todos?
- Ahm... No... Sólo la gente... simpática.

Bueno, el concepto lo tienen más o menos claro... ahora les falta afinar un poco. La verdad es que fue muy gracioso.
El miércoles no tuve que ir al colegio, ya que teníamos una reunión de todos los Auxiliares de esta zona. La reunión, como tal, no fue nada del otro mundo... estuvimos hablando de algunas cosas buenas y otras no tan buenas de los colegios etc. Al terminar, me quedé echándole una mano a una de las americanas a recoger, y luego me fui con ella, otro americano y Arturo a tomar una cerveza a Dortmund. Se ve que, además de cara, es una cerveza que hacen ellos mismos. Nos lo pasamos muy bien, y nos reímos un montón. Además, fue agradable volver a tener una conversación en inglés, por aquello de no tener que pensar dónde colocar los verbos, o cómo decir esta frase, o cómo se dice esta o aquella palabra.
El jueves por la tarde me fui a Gelsenkirchen con Sandra, al Primarck. La verdad es que no tenía intención de comprarme nada... pero al final, acabé comprándome un par de cositas. Creo que el Primarck es una tienda adictiva... Habrá que volver en algún momento...
Ayer, día de mi santo, el colegio fue un poco estresante. La primera clase, era con los de la 11, que estaban un poco revolucionados, no sé por qué. Estuvieron viendo el tema de las horas en español, y les corregí yo el ejercicio, y luego les hice preguntas (¿A qué hora haces X?). No fue del todo mal. Después, tenía clase con la 12, una clase que no me entusiasma demasiado. Vamos, el grupo. La profesora me pidió que les explicara el subjuntivo, sin avisarme antes para que me lo preparara, y aunque nosotros, los Auxiliares, no podemos explicar gramática, y ya se lo he dicho en otra ocasión. Nosotros podemos hacer ejercicios con ellos, ayudarles, explicar cosas culturales y demás... pero no podemos explicarles gramática porque nosotros, además de haberla aprendido de otra forma, no somos filólogos. Probad a intentar, mentalmente, explicar cómo se usa el subjuntivo en español y cómo se forma. Para nosotros es algo que nos sale natural. Así que al final, dividimos la clase, y yo me quedé con los chicos que habían estado el día anterior, y a los que ya les había explicado el subjuntivo. Estuve a punto de tirarles el cuaderno. En general, "no tenían ganas" de hacer nada, y además ya habían hecho parte del texto que me dio la profesora para trabajar con ellos, por lo que estuvieron muy poco participativos. Y hablando muchísimo. Pero bueno, terminó la clase y me fui con los de la 13. La verdad es que estoy muy contenta con los chicos de la clase de la 13. Sobre todo, porque hay gente a la que se le da bastante bien, y siempre participan. Después, por la tarde, estuve dando una vuelta con Sandra por el centro, y decidimos, ya que no parecía haber más planes, marcarnos unos burritos/fajitas para cenar, y si eso, ver una peli.
Y hoy Carlota celebra su cumpleaños, así que por la noche cenaremos juntas y saldremos por aquí. Ya os contaré en la próxima actualización =).

16 ene 2011

Semana casi primaveral =)

Primera semana de vuelta tras las vacaciones de Navidad superada... El hecho de que la temperatura no haya bajado de 0ºC, si no que ha estado casi todos los días en torno a los 10 ó 12ºC ha ayudado bastante, todo sea dicho.
El lunes por la tarde, después de bajar al super a comprar, me acerqué al aeropuerto para recoger a Sandra. Hasta hice un cartelito de bienvenida. Cuando llegamos a Bochum, fuimos a su residencia a dejar la maleta, y nos bajamos al centro a tomar algo junto con Tania, su compañero de piso y la hija de los dueños del piso. No estuvimos mucho tiempo, ya que las dos estábamos bastante cansadas.
El martes, 11 de enero, volví al colegio. Todo fue bastante bien, quitando el hecho de que las chicas con las que tenía clase a última hora, una AG voluntaria, no aparecieron. Me mosqueé bastante, pero en fin. Después, por la tarde, Sandra y yo nos bajamos al centro a comprar un par de cosas que necesitábamos.
El miércoles fue el peor día de la semana, ya que mi móvil decidió dejar de encenderse. He podido recuperar, vía tuenti y facebook la mayoría de números, pero igualmente, ha sido una faena. Además, empezó a llover por la mañana sin parar.... y llovía, llovía y llovía...
El jueves por la tarde, después de clase y de comprar, iba a comprarme un móvil nuevo, pero no vi el que quería. Por la tarde, quedamos Nidia, Miriam, Irene, Sandra y yo para tomarnos algo en el centro y ponernos al día sobre nuestras vacaciones. Estuvimos en un sitio llamado Angel's Lounge, que está bastante bien.
El viernes, bajé con Sandra por la tarde al centro, para comprarme un móvil, por fin, y cotillear algunas tiendas, ya que aquí también hay rebajas. Pensé en comprarme una falda que había visto ya hace tiempo en el H&M, pero solamente tenían tallas diminutas. Después, nos fuimos a cenar y a tomarnos un cóctel. Y, por fin, por la noche, dejó de llover... después de unas 48 horas SIN PARAR ni un minuto.
Ayer, sábado, nos fuimos a mediodía a Duisburg, a casa de Laura. Por la noche habíamos quedado para salir de fiesta por Düsseldorf. En casa de Laura, estuvimos alargando la sobremesa un buen rato, y después de bajar al supermercado, nos pusimos con la cena y a arreglarnos para ir a Düsseldorf, donde habíamos quedado y nos esperaban Irene, Miriam y Balasz. La discoteca en la que estuvimos no estaba mal, aunque el ambiente no iba mucho con nosotras. Especialmente las chicas, iban vestidas como si fuera Nochevieja, ultraarregladas, ultramaquilladas, ultrapeinadas... Nosotras íbamos monísimas, por supuesto... pero creo que ninguna habíamos pensado en que el ambiente sería así. Al más puro estilo madrileño, me cobraron 10€ por entrar, y otros 10€ por una copa y el guardarropa. Todavía estoy alucinando.
Hoy nos hemos levantado bastante tarde... pese a nuestra intención de aprovechar para ir a ver algo. Pero no ha sido un día del todo improductivo, ya que nos hemos comprado los billetes para ir a Munich a finales de marzo. Y nada, yo me he vuelto a casita por la tarde, y he estado vaciando el correo electrónico y demás.
Y ahora... voy a ver si consigo que se descargue el 1x05 de The Walking Dead... y después, a la camita =).
Espero que tengáis una muy buena semana!

10 ene 2011

Resumen de unas Navidades de todo menos blancas.

Cuando actualicé el último día, poco antes de volverme a España, pensé en que debería actualizar desde casa, aunque fuera un día. Y la verdad, como en otras ocasiones, he abierto la página del blog, dispuesta a escribir... Pero entre unas cosas y otras, no lo he hecho. Y aunque han sido unas Navidades relativamente tranquilas, apenas he parado.
Llegué a España el día 23 de diciembre. En principio, el vuelo salía a las 12.10, pero nos retrasamos como una hora. En el vuelo coincidimos varios auxiliares, y yo estuve todo el rato con una de ellas, Irene, que está cerca de Essen. Una vez en Barajas, estuvimos esperando otra hora a que salieran las maletas... Y descubrí que, pese a no haber entrado en vigor todavía la nueva Ley Antitabaco, ya habían quitado los fumaderos. Pero no voy a entrar ni ahora ni aquí en ese tema. Esa noche, salí un rato con mi hermana y sus amigos.
En Nochebuena y Navidad, poco que contar. Vamos, lo habitual, celebración con la familia materna por un lado y paterna por otro.
El día 26 me fui con Isy a Roma, hasta el día 30. Hemos aprovechado para ver muchísimas cosas allí. Llegamos y vimos la Plaza de España y la Fontana di Trevi. El 27, el Coliseo, el Foro Romano y varias iglesias (San Giovanni in Laterano, Santa María la Mayor), además de la Plaza del Popolo etc. El 28 estuvimos en el Vaticano. Por la mañana en el museo, y por la tarde en la Basílica de San Pedro. Después de subir y bajar de la cúpula, fuimos al castillo de San Ángel, y a dar un paseo por el Trastevere. El día 29 estuvimos viendo la Plaza Navona, el Panteón, la Boca de la Verdad... Y el día 30, como nos íbamos por la tarde, todavía nos dio tiempo a dar una vuelta por la zona. Otra cosa no, pero andar... Pero, todo sea dicho, y como siempre, merece la pena no parar de andar cuando se visita una ciudad.
En Nochevieja, cenamos en casa nosotros 4, Isy, mis abuelas y dos de mis primos. Y después, nos fuimos con unos amigos de fiesta a un local llamado Daily 76, en Nuevos Ministerios. Fue un puntazo cuando el DJ nos puso canciones de las Spice Girls o Aqua, en plan remember.
El día 1 estuvimos dando un paseo, y tomando algo con Juncal y Niels. Poco más, entre el cansancio y lo aburrido que suele ser el día de Año Nuevo.
El dos de enero, nos fuimos a comer a un asiático con los primos de Isy y la novia de uno de ellos. Y aunque el sushi no les gustó demasiado, nos lo pasamos muy bien. Además, por la tarde, aprovechamos para quedar con mi amiga Noelia, que hacía un montón de tiempo que no la veía.
El día 3, además de ir de un lado a otro, y que Isy tuviera un pequeño percance con las salidas y las paradas del metro, poco que contar. Y del día 4, algo parecido... Por la noche, después de haberme hecho un análisis de sangre, ido al dentista y haber intentado quedar con una amiga de la Erasmus, acompañé a Isy a la estación de autobuses, ya que se volvía para Gijón.
El día 5 no tenía intención de hacer gran cosa... Pero por la tarde hablé con Javier y con Ana, y decidimos ir a El Tren a echar una partida de algo (Trivial en este caso). Después, según llegaba a casa, me encontré con mi hermana y sus amigos, que se iban a una discoteca... y me fui con ellos.
Y llegó el día 6, uno de mis favoritos de las Navidades (oye, a todo el mundo nos gusta que nos regalen cosas). Y por fin, hemos descubierto a dónde nos iremos de viaje esta Semana Santa... ¡¡a Estambul!!. Aunque quedan cuatro meses todavía... pero me he propuesto moverme un poco estos meses, para conocer algo más de Alemania, y quiero volver a Bélgica... así que a ver si el tiempo pasa rápido.
El día 7, por la noche, nos subimos a cenar con mis tíos. Había comprado una botella de Glühwein, y me apetecía que lo probaran. Lástima, que solamente traje un litro.
El día 8 a primera hora se fue de vuelta a Poznan mi hermanísima... y por la tarde yo me puse a hacer mi maleta.
Y ya llegamos al día 9 de enero, hoy. En general, todo ha ido bien... aunque casi le escupo en un ojo al tío del mostrador de Iberia, por borde asqueroso. Si bien es cierto que me pasaba un poquito de los 23 kg permitidos, podía haber sido un poquito más amable e indulgente... Al fin y al cabo, llevo el mismo peso EN el avión, aunque distribuido de una forma distinta. Y en el vuelo, la parte que no he estado dormida, me debatía entre arrancarle la cabeza a la chica que tenía delante, que cada vez que se movía hacía que me clavara las rodillas en la nuca, y girarme y ponerme a hablar con las niñas que tenía a mi lado, que eran muy graciosas. El resto, como ya digo, bien. He llegado a casa a eso de las 21.00, he deshecho la maleta, he cenado... y, tras varios días, he vuelto a actualizar este mi rinconcito.

PD: ¡Oh! ¡Ya no hay nieve en Alemania! Y parece que van a aguantar, más o menos, las temperaturas positivas durante 10 días...