22 feb 2011

Números, canciones, colchones y sushi.

Hoy tengo un buen día. Aunque hace un frío considerable, está muy despejado. Y además, anochece hacia las 6 (lo sé, no es gran cosa, pero hace un par de meses a las 4 de la tarde no había luz, y se nota... ¡vaya que si se nota!). Y...
El martes por la tarde me fui al Ikea con Sandra, ya que quería comprar un colchón auxiliar para preparar el campamento de refugiados que se me avecina (ojo, y yo encantada). Aproveché, además, y compré un par de cosillas que me podrían ser necesarias. Y como no puede ser de otra forma en Ikea, está demostrado científicamente, acabé comprando un pequeño capricho. Vamos, un paquete de velas, nada exagerado. Pero es que huelen tan bien...
El miércoles, con los chicos de la AG, puse la canción de Lady Madrid. El vocabulario en general es sencillo, y creo que la canción les gustó mucho. Después de haber rellenado todos los huecos de la canción, estuve explicándoles algunas de las expresiones coloquiales. La verdad, me gusta mucho esa clase. Me siento muy a gusto con ellos, ya que hablan y entienden muy bien, y puedo hacer cosas más entretenidas. A todo esto, a ver qué les preparo para mañana. Hoy han tenido examen de español, así que intentaré que sea algo sencillo y agradable.
El jueves en la 6º hora, empecé otra nueva AG, con tres alumnos de la clase 12, que quieren hacer el examen de DELE. Creo que, en principio, podrían sacárselo sin muchos problemas. Al menos, este que están practicando ahora, el nivel bajo. Habrá que ver si, cuando terminemos de ver los ejercicios, se les da bien el nivel medio. Por la noche, vi que con mi compañía alemana, la tarifa de datos está muy bien de precio... así que me decidí a contratar un paquete de 100mb para un mes, y probar eso de tener internet en el móvil. De momento, la verdad es que me gusta.
Y el viernes, un poco improvisado, fuimos Sandra, Miriam y yo a cenar a casa de Nidia. La idea era preparar sushi y cenar juntas... pero cuando llegamos, Nidia lo tenía ya prácticamente todo organizado. Tanto, que hasta había colocado ya la mesa. Bueno, mesa al estilo japonés, en el suelo. No faltaba detalle... la salsa de soja, el wasabi, los palillos, la música ambiental... una pasada. Me lo pasé muy bien, y me gustó muchísimo tanto la comida, como el postre, que preparó Miriam.
El resto del fin de semana ha sido tranquilo. El sábado llegó el novio de Sandra, y nos bajamos a tomar algo al centro. Y el domingo, me lancé, y preparé mi  primer cocido madrileño. La verdad es que me salió muy bueno, pese a la calidad de los ingredientes. El chorizo y la morcilla, por supuesto, son una maravilla, son caseros, hechos por unos amigos de Asturias de mis padres. Pero sin embargo, la carne aquí no es demasiado buena, y los garbanzos tuve que comprarlos de lata. Existen garbanzos secos, sí... pero el problema es que, como vivo con más personas y compartimos la cocina, no me parecería bien estar ocupando durante todo el tiempo que tardan los garbanzos en hacerse uno de los fuegos. Pero oye, aún así, como ya digo, estaba muy muy bueno. Y todavía me sobró para repetir el lunes. Creo que fui una de las personas más felices del mundo comiéndolo.
Ayer, a última hora, y tras ver que no iba a llover y alisarme el pelo (jeje), bajé con las chicas a cenar al centro. Nos llevamos una pequeña sorpresa, ya que ya no hacen descuento de estudiantes en el sitio al que solíamos ir... pero bueno. Estuvimos hablando un poco de todo... y de los carnavales, para los que ya tenemos planes... y disfraz. Al menos, para el sábado, el viernes haremos una fiestecilla en casa de Nidia, con concurso incluido. Se aceptan. No, se REQUIEREN ideas.
Y hoy tenía a primera hora (bueno, mi primera hora, la 3º de clase), clase en la 12. La verdad es que pensé que no iba a llegar, ya que una vez más, los maquinistas de la Deutsche Bahn están de huelga, y había retrasos de hasta DOS horas... Barbara me había pedido que preparara alguna actividad para repasar los números, y además me había dicho que iba a tardar un poco en llegar, ya que los alumnos de la 13 hacían hoy un examen de español (tipo pre-selectividad)... así que el día no empezó demasiado bien. Pero bueno, tenía mis tres actividades preparadas para la clase, que iba a empezar yo... El caso, las actividades. La primera, una hoja tándem. Para los que no estáis familiarizados con este tipo de ejercicios, os diré que resultan bastante efectivos. Se trata de una tabla con dos columnas, en la que, en mi caso, he ido alternando frases en alemán (con un número en cifra) y la traducción (con el número escrito) al español. La hoja la doblan por la mitad, y ellos se encargan de corregirse. La segunda actividad ha sido un pequeño bingo. Creo que les he hecho poner un cuadro un poco grande, ya que ha costado que alguien cantara bingo... pero bueno, tampoco ha ido mal. Por último, y aunque tenía mis dudas, había preparado unas cuantas preguntas para hacer la "Patata Caliente". No sabía si funcionaría, pero también ha salido bastante bien. Las preguntas eran sencillas, del estilo "¿Cuál es la temperatura media en España?" "¿Y en Alemania?" "¿Cuántas medallas ganó Alemania en los últimos Juegos Olímpicos?" "¿Cuántos mundiales de fútbol se han jugado?". La única que ha resultado más complicada fue la del aforo del estado Signal Iduna Park (el del Borussia Dortmund). Pero por lo demás, bien. Después, estuvimos viendo el futuro, ya con Barbara, y escribiendo horóscopos. Me pareció entretenido, y decidí participar yo también.
Y por fin, cuando llegué a casa, me metí en la web de mi banco, para ver si me había llegado ya el ingreso de la Universidad de Duisburg-Essen (por el abrigo que me perdieron el 29 de enero). Y por fin, he recibido ya el dinero. Así que, entre que está despejado (pese al frío), el dinero, las horas de luz, las actividades en clase, la cercanía del viaje a Amberes y del Carnaval... hoy estoy de un humor más que bueno.
Y sin más, me voy con Carlota y con Sandra a comprar el disfraz para el sábado de Carnaval... No os adelanto nada...

14 feb 2011

¿Quieres despertarte? Afloja los tornillos del somier.

Y así, ocupándome los fines de semana entre viajes y visitas, el tiempo parece que vuela.

El viernes, 4 de febrero, según acabé las clases, me fui directamente a Düsseldorf, a la estación de autobuses. Llegué con bastante tiempo, y estuve echando un vistazo en la librería de la estación de tren. Y de ahí, a esperar al autobús. Llegó bastante puntual, aunque nos retrasamos un poco para salir, creo que tenían un problema con una de las alarmas del autobús. Pero bueno, tampoco fue gran cosa, y no tardamos en salir. Y, por primera vez, nos pusieron un par de películas en el bus. Una de Jackie Chan y otra de Macaulay Culkin. Una maravilla, vamos. Una vez en Amberes, en casa de Jun, me encontré con un gato tres veces más grande de lo que recordaba. Esa noche, después de cenar, se vinieron Karin y Fenny a tomar una cerveza. Nos reímos un montón, viendo vídeos en youtube y haciendo el payaso. Un rato más tarde, Karin se fue a su casa, y nosotras tres nos fuimos a tomar otra cerveza a un bar cerca de la casa de Juncal.
El resto de días, fueron tranquilitos. Eso sí, tengo que mencionar el alioli tan rico que me marqué el sábado, y el cocido que tomé el domingo, después de tanto tiempo. Y lo mucho que nos reímos el domingo en el Salamander, cantando canciones antiguas a voz en grito.
Por lo demás, la semana en el colegio ha sido muy tranquila. Del 7 al 18 de febrero no hay clase en la 11., ya que están haciendo prácticas. Por otra parte, el viernes les daban las notas a los de la 12. y no se trabajó demasiado en la clase. De hecho, en uno de los grupos, estuvieron viendo una película. La verdad es que me volvió a sorprender ver que la veían en alemán (de hecho, es una película alemana), pero me comentó la profesora que el gran problema es encontrar películas en español, y encima, que tengan subtítulos.
El jueves por la tarde, me fui al aeropuerto a recoger a Isy. Bueno, a Isy, mi iPod, un par de camisetas, varias latas de atún... Artículos de primera necesidad, vaya. Por la noche, nos fuimos a cenar al centro, y luego tranquilamente a casa.
Lo gracioso fue el susto que me llevé la madrugada del viernes al sábado. Resulta que mi cama viene en dos partes. Tres, si contamos el colchón. Por un lado, la base de la cama, y por otro el somier. Y el somier tiene, además de las lamas, una madera transversal, que une los dos laterales. Y se ve que el tornillo que la sujeta se había aflojado. Bueno, se ve no. A eso de las tres de la mañana, de repente, se soltaron varias de las lamas del somier. Es muy bonito despertarse con el ruido de la madera cayendo sobre el tendedero que está debajo de la cama. Y es muy bonito intentar arreglarlo y que, al ir a mover la cama, esta se desmonte. Así que al día siguiente nos tocó ir de excursión para buscar unas llaves Allen, y poder apretar el tornillo. Por aquello de poder dormir tranquilamente, vamos. Y, por si fuera poco, también compramos superglue. A ver si ahora se mueve.
Y entre eso, y mi ordenador, hemos tenido un fin de semana de arreglos. Mi padre me comentó que todos los problemas que me estaba dando mi portátil podían ser por un virus. Yo no lo tenía muy claro, pero bueno, nos pusimos a pasar el antivirus. Además de poner el disco duro antiguo, por si el nuevo pudiera ser parte de la causa de los problemas. Eso sí, también fue un bonito detalle cuando nos despertamos a cuenta del somier, y vimos que el ordenador se había quedado bloqueado a los pocos minutos de habernos dormido. Pero bueno, al final, terminó de pasarse el antivirus. Y encontró varios virus (para quien le pueda interesar, de los que se ve que son graciosos y se esconden entre los archivos de sistema, en win32 y todo eso). Y se ve que ese iba a ser el problema, ya que, desde entonces, no solamente el ordenador ha ido mucho mejor, si no que encima, me ha vuelto a funcionar la webcam.
Y bueno, hoy he ido por la mañana a acompañar a Isy al aeropuerto, y al volver a casa, he comido, me estoy tomando un té, y ahora me iré al super a comprar un par de cosas. Y me da una pereza horrible, pero o eso, o no como. Así que creo que ahora, cuando me termine el té, me acercaré al super.



3 feb 2011

La pequeña costurera

Y aquí seguimos, retransmitiendo desde un futuro asentamiento de un campamento de refugiados...

El fin de semana pasó tranquilamente. El sábado estuve dando una vuelta por Bochum, por las tiendas, a ver si encontraba un abrigo... pero lamentablemente, nada. Los pocos abrigos que quedan ya son más bien finos, y no me gustaba ninguno. Así que me volví a casa con las manos vacías. Una lástima. Eso sí, vía telefónica, mi madre me compró un abrigo en Mango, que me traería Isy cuando venga.
El lunes por la tarde, me fui a Dortmund con Mariana. Quería acercarme al Mango de allí, a ver si por casualidad tenían el abrigo que me había comprado mi madre, y si el precio era mejor, comprármelo aquí y que ella lo devolviera. Primero, fuimos a comprar los billetes de autobús para Amberes, y ella los suyos para Frankfurt. Después ya, nos fuimos a Dortmund. Primero, fuimos al C&A de allí, ya que mi abrigo mutante era de esa tienda. Desde luego, tenían muchísimos más abrigos que aquí en Bochum... pero no estaba el mío. Encontré uno que era prácticamente igual, una pequeña variante del mío... Pero me estaba pequeño y no tenía botones. Así que fuimos a Mango, previa parada en Starbucks. En Mango, estuvimos revolviendo, y encontré el abrigo que me había comprado mi madre. Me estaba enorme. Y solamente había dos abrigos de esa talla. Pero seguimos echando un vistazo y ¡bingo! una talla más pequeña. Y ¡bingo! Le faltan más botones de los que tiene puestos... decidí preguntarle a la dependienta, por si tenían alguno más en el almacén... porque la verdad es que el abrigo estaba súper bien de precio, ¡estaba rebajado el 70%! La dependienta me dijo que no, que no tenían más... pero  me dijo que si me lo quería llevar, me daba los botones de los otros abrigos. Así que los cogió, y me llevé el abrigo. Y después me fui a comprar aguja e hilo.
El martes, después de esperar diez minutos a que vinieran los chicos de la clase 12, con los que tenía AG, y que no viniera nadie, me fui a Duisburg a devolver el abrigo que me habían prestado el sábado. Llegué sin problemas, aunque casi muero congelada, a lo Walt Disney. El chico de la Asociación de Estudiantes me dijo que había recibido mi correo, y que estaba en marcha, que me pagarían lo antes posible. A ver si es verdad.
El miércoles, ayer, hice con los de la AG de la clase 13 un role play de conversaciones básicas... tipo quejarse por algo (por ejemplo en un restaurante), alquilar un piso, denunciar un robo (muy apropiado). La verdad es que salieron muy bien del paso, y me reí muchísimo. Después, al llegar a casa, bajé a poner una lavadora... y cuando subí, me llamó Sandra, que no se le encendía el ordenador. Así que se vino a mi residencia, estuvo mirando su correo, y cuando acabó la lavadora, nos fuimos al Uni Center, a la tienda de ordenadores, a ver si lo podían reparar. Después, nos pasamos por el supermercado, y nos vinimos de nuevo a mi resi, a ver un capítulo de True Blood, que acaba de empezar a ver.
Y por último, hoy... me he pasado el día estornudando y moqueando... muy divertido todo. Y poquito más... he hecho la maleta para mañana, que me iré directamente desde el colegio (bueno, faltan las cositas de última hora, pero nada fuera de lo normal).
Y con esto... es todo hasta ahora. Bueno, casi todo. Mando un beso muy grande a mis compañeros de la carrera, ya que hoy era la graduación.
Y ahora sí, ¡nos vemos!