Antes de ponernos a dar las clases, tenemos una o dos semanas de "Hospitation", en las que tenemos que ir a todas, o casi todas las clases de español. Más tarde, ya nos crearemos un horario fijo. El primer día, lunes 27 de septiembre, estuve en las clases 10. y 11. O sea, algo así como 4º de la eso y 1º bachillerato (ojo! que en Alemania, aunque están cambiado el sistema escolar, de momento hay hasta la clase 13., como un 3ºbachillerato, antes de hacer el Abitur e ir a la universidad).
El caso, es que estuve en las clases 10. y 11. y bueno, bien. Aunque me parece que los alumnos tienen menos nivel del que nos han querido vender... o eso, o realmente la enseñanza de idiomas en el colegio el imposible. Me refiero. Los alumnos del instituto en el que estoy empiezan a aprender español en la clase 8., lo que significa que en la 10. habrían dado ya dos años de español. ¡Pero están aprendiendo las conjugaciones del presente de indicativo! Tal vez éstos empezaran este año, no lo sé. Lo que sé es que va a ser complicado... pero bueno.
Al salir del instituto, me fui a la estación de tren, ya que por la tarde iba a ver un piso. Como tenía un montón de tiempo, llamé a uno de los chicos que había conocido en Bonn, que vive en Dortmund, y nos fuimos a tomar un café. Cuando nos lo terminamos, me fui hacia el piso. Eso sí, llegué con bastante tiempo, y me di una vuelta por la zona... y el paraguas murió. El piso estaba totalmente vacío, salvo la cocina y el baño. Vamos, que las 3 habitaciones estaban sin amueblar. La verdad es que el piso era mono, y la zona no estaba mal tampoco. Eso sí, apunté mi teléfono y mi email en una lista en la que había 16 personas. Y yo. Y otra que subía cuando yo me iba. Así que me fui con la vaga sensación de que no habría suerte, como de hecho ha pasado.
Eso sí, en el tren, volviendo al pueblo, estuve hablando con un chico de Nigeria que me dijo que era muy guapa, y que mi novio tiene mucha suerte.
Al menos, me subió la moral un poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario