23 oct 2010

De vuelta.

Y ya estoy de vuelta en Alemania.
La verdad es que estos días en Polonia me lo he pasado genial. Poznan es una ciudad bonita, con mucho encanto. La Plaza del Mercado, Stary Rynek, es una pasada, así como toda la zona del centro. Confirmo algo que sospechaba desde hace tiempo, y es que soy una enamorada de Europa. Y además de una ciudad que me ha gustado mucho, me ha gustado mucho el ambiente, la gente. El grupo de amigos de mi hermana me ha encantado, me he reído muchísimo con ellos. Y, lo mejor de todo, es que he estado con mi hermanita estos días. Eso sí, hoy estoy que no puedo con mi vida... y eso que no he hecho gran cosa. Creo que tampoco habría podido. Nos hemos levantado temprano para ir al aeropuerto. Bueno, nos hemos regalado unos minutos por la mañana, y al final hemos tenido que salir con un poco de prisa... Pero nada importante. Cuando hemos conseguido llegar al aeropuerto, al final en taxi, ya que uno de los autobuses se retrasó y perdimos el siguiente que teníamos que coger, hemos ido a facturar y nos hemos tomado un café en el Coffee Heaven (que es como un Starbucks polaco, aunque también hay en otros países del este). El vuelo sin problemas. Vamos, me he quedado dormida antes de despegar, y no me he despertado hasta que estábamos llegando. Pero el resto del transporte... bueno, como no podía ser de otra forma... Entre que salían y no las maletas, he perdido uno de los autobuses que me llevaban a la estación de tren. No es un gran problema, en principio, ya que salen cada 20 minutos. El problema ha sido llegar a la estación y ver que, como es sábado, el tren pasa cada hora y no cada 30 minutos como entre semana. Así que me ha tocado esperar en la estación unos 45 minutos hasta que ha llegado el tren. Pero bueno, una vez ha llegado el tren, no he tardado  mucho en llegar a casa. Y después... poco más, he deshecho la maleta, he ido a comprar un par de cosas al supermercado... y he vuelto. La verdad es que hoy ha hecho un día bastante malo, y tampoco invitaba a salir de casa.
Y eso es todo, por hoy. La entrada de hoy es un poco insípida, lo sé... Pero ya habrá una próxima en condiciones, lo prometo.
Como también prometo que haré lo posible por volver a Poznan.

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